Martha es Shopaholic

Prepararse y continuar llevando su carrera hacía delante es lo que Martha siempre ha querido y trabaja para ello. Recientemente ganó…

Prepararse y continuar llevando su carrera hacía delante es lo que Martha siempre ha querido y trabaja para ello. Recientemente ganó una beca para estudiar bajo la tutela de Adriana Barraza, actriz mexicana que por su papel en la película “Babel”, fue nominada al Oscar. Háblamos con ellos.

¿Cómo controlas tu presupuesto?

Tengo mis gastos fijos y tengo mis antojitos. Tengo gastos en Miami y gastos aquí en el país. Es complicado, pero hay que ubicarse bien y saber lo que cuanto y cuándo gastar de más.

¿Es difícil para ti ceñirte a un régimen? o por el contrario, ¿no tienes problemas de organización?

Lo que pasa es que aprendí a ser cuidadosa desde los 19 años, porque desde esa edad vivo sola. Llegué a Santo Domingo, desde Bonao y mis padres me suministraban una cantidad de dinero con los detalles de lo que era para pagar la universidad, los imprevistos, libros, comida…entonces tenía que ser organizada sí o sí. Porque además, tenía una beca y si me salía de las restricciones ¿Quién me pagaba los gastos? Es decir que desde entonces aprendí a manejarme.

Vives en un país (Estados Unidos) en donde las ofertas suelen ser verdaderas ofertas. ¿Cuándo fue la última vez que caíste en la tentación de una de esas “ofertas”?

Me organizo tan bien, que siempre tengo para un antojo. Viajo mucho y cada vez que lo hago, aprovecho para comprarme algo. La última vez que me pasó fue con unos zapatos. Fue en Europa, y valió la pena, porque luego en Estados unidos, los vi a precio regular y estaban caros.

Este personaje es capaz de inventar cualquier pretexto cuando de comprar se trata. ¿Tienes alguna anécdota sobre el gasto del dinero?

(Risas) ¡Sí! Soy de hija de padres divorciados. Cuando estaba en la universidad, antes de mudarme sola, primero vivía con mi papá. Resulta que mi mamá me dio el dinero de los gastos de la semana y mi papá -creyendo que aún no me lo habían dado- me dio igual cantidad de dinero y ¡yo me fui de compras! (risas)

Fue en el 2001 y en Plaza Central habían unas tiendas chulísimas. Luego mi mamá se enteró, y claro que no me dieron dinero para la semana próxima, fue una lección.

Usualmente las mujeres tenemos aficiones por algún artículo, zapatos, carteras, joyas ¿en qué se te pudiera ir la mano a ti? Soy muy de zapatos, incluso me llegan los catálogos a mi casa y todo. Pero como te digo, soy muy organizada y ni siquiera ahorro para comprármelos, siempre sé cuando mimarme con algún par.

En una limpieza de closet, ¿has encontrado alguna pieza de la que no te quieres desprender? Cuéntanos. Tengo muchas. Tengo el privilegio de que siempre he sido muy flaca, creo que ahora es lo más gorda que he estado en toda mi vida, y por eso, tengo piezas que antes me quedaban flojas que ahora me quedan “nítidas”. Tengo una blusita que data de los tiempos en que fui al colegio, la gente se sorprende de que todavía la tenga. De hecho, la estamos utilizando para el personaje de Sofía, en la película. También tengo un par de zapatos que los guardo porque me gustan, porque fueron los primeros zapatos que compre con mi dinero.

Si no a las piezas de moda, ¿A qué eres adicta? ¿Con qué tienes afición? Con las películas. Como me gusta la actuación suelo comprar clásicos del cine, las que se van estrenando, las nominadas al Oscar…las compro para aprender, para tener una referencia y verlas más de una vez cuando es necesario.

Este personaje escribe una columna en la que aconseja a lectores sobre cómo controlar su dinero, pero no podía aplicarse su propia medicina. ¿Qué piensas de esa diferencia entre “el pensar y el actuar” que puede darse en muchos escenarios? Es muy triste, la palabra seria como ser hipócrita. Pero yo trato de no juzgar, porque me he equivocado mucho. Y sí, en el camino que me encuentro hay mucha gente así, pero nada, ¿Qué yo hago? Actúo.

 

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