Hija del rey estadounidense del cobre del siglo XIX y de una reina de la belleza de Nueva York, Hughette Clark nació en París en 1906. Allí permaneció los primeros años de su vida antes de irse a vivir a la Gran Manzana. A los 19 ya era la heredera más apetecible del país; y es que la muerte de su padre la dejó «boyando» en una fortuna personal de aproximadamente US$ 522 millones.
A los 22 años se casó. Su matrimonio con William McDonald Gower, trabajador de Wall Street, fue un desastre, duró apenas dos años. El mismo día de su divorcio, en 1930, se le tomó la última foto, y comenzó a partir de ese momento su «nueva forma de vida».
Todo un cuento. Tras su divorcio se encerró en su majestuoso apartamento de 42 habitaciones con vista al Central Park. Allí pasó aislada ocho décadas, esperando a su hombre ideal, al tiempo que se iba aislando cada vez más de la sociedad. Durante todo este tiempo veía dibujos animados en televisión, rodeada de su colección de muñecas y pedía a sus escasas visitas que la llamasen Madame Clark, como recuerdo de su añorada vida en París. El caso fue tan extremo, que ni siquiera salió para asistir al funeral de su madre, fallecida en 1963.
Hasta sus 95 años no dejó que ninguno de sus familiares se le acercara. Temía que sólo les preocupara su dinero, sus obras de arte o las faraónicas mansiones que poseía en New Canaan (Connecticut), de 52 y 121 habitaciones, y Santa Bárbara (California).
La sospecha llegó a tal punto que sólo se relacionaba con un grupo muy reducido de personas. En la única que confiaba a toda costa era en su antigua secretaria, Suzanne Pierre, fallecida el pasado mes de febrero, con la que incluso se comunicaba en francés para que nadie entendiera sus confidencias.
Grandes dramas. Ya en sus últimos meses de vida, en cama, sus abogados se la pasaron peleando en los juzgados de Manhattan contra los sobrinos, quienes querian hacerse con su fortuna. El pasado 24 de mayo falleció, dejando una cruda batalla legal por sus «pequeños» de patrimonio, entre los que cabe destacar: el violín La Pucelle, fabricado por Antonio Stradivarius en 1709, y el cuadro Ramo de Rosas de Auguste Renoir.
El 9 de junio Huguette Clark, amante del arte y la música, habría cumplido 105 años.
