Los estudios cinematográficos de fama mundial, Warner Bros se encuentran ya en medio de la fiebre «remake», que está azotando Hollywood como una forma de volver a encantar al público con producciones de calidad, y de revivir los grandes éxitos que en años anteriores abarrotaron las taquillas. Esta vez le toca a uno de los más recordados de la década de los 90: «El guardaespaldas» o «The Bodyguard» por su nombre en inglés. La nueva versión estará escrita por Jeremiah Friedman y Nick Palmer con la producción de Dan Li.
Si en la original Costner daba vida a un agente de los servicios secretos encargado de proteger a una diva, ahora el guardaespaldas será un veterano de la guerra de Irak en su primer trabajo tras salir del ejército. Y, por supuesto, no faltará el romance, para representar realmente uno de los filmes que dio lugar a uno de las más grandes baladas de todos los tiempos, «I Will Always Love You», de Dolly Parton, que además figura en las listas de 100 mejores temas en todo el mundo.
En un mundo dominado por las redes sociales, el acceso a los famosos es más fácil que nunca, lo que marca un nuevo desafío en el quehacer del guardaespaldas. Según Yahoo.com en la nueva versión el «renovado» Costner tratará de proteger a su cliente frente a un mundo de Internet, en la que los acosadores pueden rastrear estrellas en Twitter, Gawker Stalker, Google Maps y un sinnúmero de otros sitios.
Por su lado, el sitio argentino VOS opina que algunos ya hablan de Rihanna como la heredera natural de Withney. Los estudios buscan a una cantante joven que pueda aportar nuevos aires al papel de Houston y con el suficiente carisma para repetir el éxito de 1992. Rihanna es joven, la nueva figura del pop femenino y tiene poca experiencia en actuación. Pero no son esas las únicas cosas que comparte con Houston, también una historia de violenica de género, Witnhney ocn su ex, Bobby Brown, y Rihanna con su ahora también ex, Chris Brown.
«El guardaespaldas», escrita por Lawrence Kasdan y dirigida por Mick Jackson, fue todo un éxito en 1992 y facturó más de 400 millones de dólares en todo el mundo. El filme supuso también una gran plataforma de lanzamiento para Whitney Houston.
