FARC liberan últimos dos de grupo de rehenes

BOGOTA (AP) — Tras un frustrado intento el fin de semana, un policía y un militar cautivos de las FARC desde hace más de dos años recobraron su libertad el miércoles, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

BOGOTA (AP) — Tras un frustrado intento el fin de semana, un policía y un militar cautivos de las FARC desde hace más de dos años recobraron su libertad el miércoles, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Los uniformados, acompañados de la delegación humanitaria, llegaron al aeropuerto militar Catam en Bogotá a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Colombiana. Cada uno de ellos abrazaó fuerte y largo a su esposa y demás familiares. Posteriormente saludaron a mandos militares que los esperaban.

Pocos minutos después del anuncio de Comité, el mayor de la policía Guillermo Solórzano de 35 años, quien estaba retenido desde junio de 2007, y el cabo primero del ejército Salín Antonio Sanmiguel Valderrama, de 27, cautivo desde mayo de 2008; llegaron al aeropuerto de la ciudad de Cali, al suroeste del país, de donde había salido temprano la comisión humanitaria encabezada por la ex senadora Piedad Córdoba.

Minutos después de su liberación Sanmiguel, en declaraciones al telenociero Caracol, aseguró que fue mantenido en la selva, «encadenado 24 horas… encadenado… cuando me fugué, esposado, (encadenado) al cuello y al tobillo también». Relató que fueron muchas las caminatas que debió soportar en estas condiciones.

Solórzano a igual que su compañero de cautiverio también permaneció en iguales condiciones.

«No guardo rencores con nadie. Hace una semana venimos caminando para llegar hasta aquí, a la máquina de la libertad, por fin» y señaló el helicóptero Cougart de la Fuera Aérea de Brasil con distintivos del CICR.

Como los otros militares, Solórzano y Sanmiguel serán sometidos a rigurosos exámenes médicos en los sanatorios de cada una de sus instituciones.

Más temprano, al llegar a Cali, ciudad a 300 kilómetros al suroeste de Bogotá, los dos se bajaron del helicóptero que los transportó y rápidamente se dirigieron en medio de una intensa lluvia hacia una camioneta blanca que los llevó hasta un avión que los trajo a Bogotá.

«Muy contenta, felices, ya nos habíamos comunicado con él vía telefónica» satelital cuando estaba en viaje de regreso a Cali, dijo en breve diálogo telefónico Julia Orozco, esposa del mayor de la policía, quien aguardaba al uniformado en la terminal militar de Bogotá.

Los dos uniformados son los últimos dos de un grupo de cinco rehenes que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ofrecieron en diciembre entregar a la ex senadora, que lleva más de dos años gestionando liberaciones de personas secuestradas por esa guerrilla.

La entrega de los uniformados estaba inicialmente programada para el domingo, pero el operativo humanitario llegó al punto determinado por las FARC y no los encontró, por lo que fue necesario obtener una nueva autorización del gobierno colombiano y organizar un nuevo plan para recogerlos.

En lugar de entregar a los dos, las FARC dejaron el domingo en libertad a otro rehén que no estaba contemplado en la lista original de cinco. Con la entrega, entonces, de los dos uniformados en la jornada, los liberados por las FARC son en total dos civiles y cuatro uniformados.

La liberación de los dos uniformados produjo en una zona del departamento de Cauca, en el suroeste del país.

Ninguno de los dos uniformados ni Córdoba hablaron con reporteros en la terminal de Cali.

La ex senadora ha dicho que espera antes de mediados de año que los otros 16 uniformados en poder de las FARC, algunos de ellos con más de una década de cautiverio, queden libres.

Córdoba, a quien las FARC han entregado desde inicios del 2008 y hasta la jornada 20 retenidos, también ha pedido al presidente Juan Manuel Santos que la autorice a dialogar de paz con la guerrilla.

Pero esta semana y luego del contratiempo del domingo, Santos aseguró que este no era el momento de dar una discusión sobre el tema de diálogos de paz y, sin mencionar a Córdoba, dijo que «el gobierno no ha autorizado a nadie, a nadie, ni piensa hacerlo. Que quede claro: a nadie para que sostenga ningún tipo de contactos con grupos al margen de la ley».

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