el 9 de septiembre la opinión pública saludó el rol de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), al arribar la academia a sus cincuenta años.
Me corresponde unirme al reconocimiento de la sociedad a la PUCMM, como dominicana y en nombre de vínculos que me han unido a la institución.
Siendo este espacio insuficiente para ponderar justamente el aporte desarrollista de la universidad dirigida por monseñor Agripino Núñez Collado, resalto lo que ha representado para mí: el honor de haber compartido de cerca con una personalidad tan absoluta como él, así como con los eminentes profesionales que son sus colaboradores; el privilegio de egresar de sus aulas como magíster. Congratulaciones y gracias por siempre. l
