Es un secreto a voces que los cabildeos están a la orden del día en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). De eso, tengo más informes de lo que cualquiera pueda creer, pero por ahora, compartiré con mis lectores el mail sobre el tema que me hace llegar Carlos Valerio. Lean ahí: “Finalizado el proceso comicial, dirigentes de primera fila del PRD, como el que no quiere la cosa, incuban un proyecto por producir una transformación profunda, una especie de reingeniería total, a todos los niveles en esa organización, en interés de sacarla del prolongado letargo a que fue sumida en los últimos años como consecuencia de las desavenencias y luchas entre sus más connotadas figuras, provocándole un vertiginoso descenso en el mercado electoral dominicano. En este proceso no se descarta el retorno de dirigentes del PRM al PRD. El proyecto comenzaría a implementarse tan pronto se conozcan los niveles de participación que tendría el PRD en el Gobierno a partir del 16 de agosto, en el que se dice serían nombrados connotados dirigentes entre ellos su presidente, Miguel Vargas Maldonado. La idea viene creciendo como bola de nieve y gana cada día más adeptos a medida que se explica de lo que se trata. Sus propulsores expresan sentirse muy preocupados por la actual situación del partido que se tuvo como el buey que más jala(ba), que trajo la democracia al país y que ha jugado papeles estelares en las más grandes conquistas y reivindicaciones sociales, económicas y políticas a favor del pueblo dominicano en los últimos 50 años. Dicen por ahí que hay quienes asumirían el compromiso de levantar al PRD como el ave fénix, o como Lázaro, para llevarlo a los estadios de gloria que otrora tuvo. Según las malas lenguas, se trata de facilitar un período de transición, con la participación de todos con sentido de cuerpo, pero cuya responsabilidad recaería esencialmente en figuras de la nueva generación perredeísta, que hasta cierto punto han sido relegados por lo centralizada y acorazada forma en el manejo partidario”. Una campana. Esperen la otra campana…

Satanizar los acuerdos políticos que se realizan para superar determinadas crisis y conflictos se ha convertido en una costumbre en el país. Con esos pactos se han solucionado muchos tranques dentro de los partidos, y en el sistema político, en sentido general. Pero nunca falta quien se rasge las vestiduras tan pronto se habla de negociaciones y posibilidades de acuerdos.

Así ha ocurrido en momentos de grandes crisis, como por ejemplo, cuando los partidos han tenido diferencias en torno a la composición de la Junta Central Electoral. Siempre aparece alguien que se adelanta a repudiar los acuerdos que se proponen, alegando que “hay que recurrir a los mecanismos institucionales”. Sin embargo, está comprobado que mediante negociaciones se pueden generar soluciones satisfactorias para todos, o por lo menos llegar a puntos intermedios. De hecho, hay situaciones que solo se resuelven mediante acuerdos. Por ejemplo, la actual crisis del PRD. Ahí se necesita, con urgencia, un “acuerdo de aposento”.

No chocan

Para torpedear un posible acuerdo que reunifique al PRD se alega que la única salida es la convención. Pero resulta que una cosa no tiene que chocar con la otra. En el partido blanco se han hecho convenios internos que luego han sido refrendados en convenciones. Ocurrió así, por ejemplo, en el proceso electoral del 2000. Hipólito Mejía ganó la candidatura presidencial e hizo negociaciones con sus adversarios internos, garantizándoles puestos de dirección, lo que contribuyó a que los perredeístas acudieran unidos a los comicios de ese año. Después, una convención de delegados ratificó todo lo convenido.

Esa fue, por cierto, la última vez que el PRD ganó unas elecciones presidenciales. Si hoy Miguel Vargas, Hipólito Mejía y Luis Abinader acordaran que uno de los tres va a ser el candidato y los otros tendrían cuotas en la dirección del partido y en un eventual gobierno perredeísta, no habría dificultad alguna en oficializar lo acordado en una convención. El único problema de los acuerdos de aposento es que siempre hay alguien que se queda “oliendo donde guisan”…

Ayer estuvo a punto de darse, pero todavía no se ha dado, lo que quiere y aspira el presidente Hipólito Mejía y alguna de la gente que lo sigue. Por poca cosa, Sócrates Ureña, identificado como asistente de Tony Peña Güaba, se convierte en el más relevante in memorian de los tontos útiles de las bases perredeístas en este lío que, como ya he escrito antes, tiene la pinta de ser el pleito de nunca acabar. Ureña recibió un balazo en una pierna en la trifulca provocada por las turbas llevadas a la avenida Winston Churchill para que provocaran los violentos incidentes en la Casa Nacional del PRD, y en principio se dijo que había muerto, pero no fue así, aunque ya muchos celebraban su fallecimiento, saltando y lanzando consignas antimiguelistas, declarándolo mártir de la lucha por controlar el partido blanco, reflejo de la perversa irresponsabilidad de la(s) mente(s) que ha(n) maquinado todo esto, lo que ha quedado al descubierto por más paño con pasta que le quieren dar. Da pena que gente de ese calibre pretenda el poder político. ¡Zaaafaaa…!

…llevan a Roma
Desde antes del cartuchazo del sometimiento judicial contra Elías Wessin Chávez, un amigo me puso en guardia al advertirme que “viene una andanada contra los aliados”, aunque no elaboró mucho su confidencia. Después vino un misil a Pedro Corporán, el del PUN y titular del Idecoop: otro mal dirigido a Maritza López de Ortiz, líder del PAL y administradora de INAVI; y me adelantan que están en camino misiles semejantes contra José González Espinosa, presidente del PTD y titular de ProComunidad, y contra Luis Acosta Moreta (El Gallo), de la UDC y director de Desarrollo de la Comunidad. Hechas las indagatorias de lugar, los aliados han ubicado denominadores comunes en el estilo, frecuencia y forma de “las denuncias”, y ya uno de ellos me dijo, con una seguridad asombrosa, que “todo parece concluir en que hay vasos comunicantes que revelan que todos los caminos llevan a Roma”. Seguiré. ¡Aaay ñeñe…!

Como todo en la vida, la conflictiva lucha interna del PRD, que parece ser el cuento de nunca acabar, tiene cosas que se ven y cosas que no se ven, positivas y negativas. Lo que se ve es lo que percibe la gente: que ciertamente hay dificultades para alcanzar acuerdos porque aparenta que ninguna de las partes quiere ceder en sus posiciones, y que hay quienes prefieren aferrarse a la expresión: “Yo, o que entre el mar” antes que a reivindicar el derecho de la organización a trillar mejores caminos. Y lo que no se ve es que la lucha hacia adentro no es más que el reflejo de los individualismos, resentimientos y egos de los dirigentes que piensan diferente a la militancia, y pierden la racionalidad del enfoque político porque, en la mayoría de los casos, anteponen sus intereses individuales por ante los de la colectividad política que dicen y se supone deben representar. Además de que tienen sus problemas resueltos y no necesitan que se cumplan expectativas de accesar a posiciones públicas para la sobre y supervivencia, como los compañeritos de las bases que dejan el pellejo en las campañas. Así como suena…

El poderoso CP

Para esta noche, a las 8:00, está convocado el poderoso Comité Político del PLD, y en la agenda figura revisar la situación política del país y dar seguimiento a temas abordados en reuniones anteriores. El CP es, en el PLD, el organismo que lleva el día a día, por lo que no debería llamar la atención que se aboque a revisar la situación nacional, pero -según me adelanta(n) alguno(s) de sus integrantes- “lo bueno podría estar en el seguimiento a temas abordados en reuniones anteriores”. Nada cuesta esperar…

En la red

Completando uno de mis habituales recorridos por la red, subida por Taína Gautreau, me encontré con la siguiente frase: “He de preferir la dignidad con carencia que la abundancia deshonesta”. Entiéndalo cada quien como lo prefiera…

al estilo de los lectores de la genial revista Pandora, diría que “no soporto” el papel de víctima del PRD. De nuevo escuchamos a los perredeístas sustentar la derrota electoral exclusivamente desde la óptica de las alegadas maquinaciones del oficialista PLD, pretendiendo ignorar las debilidades que arrastran como organización, y que han apuntalado su fracaso en las elecciones desde 2008. El PRD debe reconocer sus errores. La irreconciliable confrontación interna; el irrespeto a la institucionalidad partidaria; la falta de modernización estructural; la incapacidad para renovar el liderazgo; su mala imagen ante decisivos segmentos sociales, son de las trabas que debe superar, a fin de competir con un adversario disciplinado y táctico como el PLD.

Desde la oficina de mi gran amigo, Rafael –Fiquito- Vázquez, se ha distribuido un demo como boleta educativa para las votaciones perredeístas para escoger los candidatos a diputados de ultramar del PRD.Hay un despelote entre los aspirantes de la Circunscripción 1, principalmente entre “los compañeros(as)” de Nueva York, New Jersey y sus alrededores, por el orden que tendrán los precandidatos en la boleta definitiva. Además, el esfuerzo por descalificar al adversario va lejos, lejos, lejos.

Por ejemplo, se dice que Rubén Luna no tiene los cincos años de militancia que se afirma están como requisito primario para ser candidato en el PRD, y se le recuerda a los potenciales votantes que él fue jefe de campaña en Nueva York de Eduardo Estrella  en el 2008.

De Manuel Lebrón se dice lo mismo, recordándose que fue jefe de campaña en la urbe de la candidatura presidencial de Pedro de Jesús Candelier en el 2008. Y otras cositas así por el estilo. Parece que hay quienes buscan que se haga un traje a la medida de alguien, según me cuentan. ¡Ay ñeñe…!

La placa

Otro chismecito político que toma más y más fuerza en Nueva York en estos días es el del supuesto préstamo de una placa vehicular asignada a una de las representaciones oficiales dominicanas  (diplomática y/o consular) en esa metrópolis.  Tengo a Pinky y Cerebro por allá haciendo mayores indagatorias para ofrecer la versión completa. No os desesperéis, como diría en sus tiempos el amigo aquel…

¿Renuncias?

Hay quienes en los equipos de campaña de los candidatos gustan de apadrinar una puja que buscaría alcanzar la mayor cota de “renunciantes” del lado contrario, en un esfuerzo por “vender” la idea de que hay un crecimiento que es, en verdad, ficticio, y cuya difusión hace más daño que bien a sus promotores porque la gente ya conoce al cojo sentado y al ciego durmiendo. Cuidado con eso…