El descuido con la piel de nuestro pecho resulta en un envejecimiento prematuro de nuestros senos, por eso debes aprender a cuidarlos y mantenerlos saludables.
Una de las partes del cuerpo que define la feminidad de la mujer son los senos, y , por lo regular, la mayor preocupación suele estar enfocada en la caída de los mismos y en cómo luce la piel.
Los embarazos, el subir o bajar de peso y los años suelen traer consecuencias, lo que hace que las afectadas se sientan inconformes, ya sea porque están más flácidos o por las estrías. Aunque en algunas mujeres, por genética, no les sucede.
Es probable que pienses que la única vía es una cirugía estética. Sin embargo, si tomas las medidas preventivas para cuidar una de las áreas más importantes del cuerpo femenino no tendrás que hacer ningún procedimiento quirúrgico.
Puede ser grande o pequeño, tampoco importa la edad, lo esencial es que el busto de una mujer sea sano, y para lograr ese propósito los expertos recomiendan algunos hábitos que harán que luzcan bien por más tiempo.
Por ejemplo, una de las primeras medidas es cuidar la postura. Sentarte o caminar encorvada hace que la figura no luzca plena, aun cuando se tenga un busto bonito. La recomendación es mantenerte recta y con los hombros hacia atrás.
También es aconsejable que mantengas un peso estable, ya que la piel puede afectarse por adelgazar rápidamente o por el incremento de volumen corporal. Esto trae como consecuencia que la masa muscular se torne flácida y se alteren los ligamentos de suspensión del busto, haciéndolos lucir caídos.
El ejercicio es importante
Y si te animas a llevar una vida activa haciendo ejercicios, debes usar la ropa adecuada, en especial el brassiere, el cual no debe ser el que usas en otras actividades. Este debe tener mayor soporte y distribución equitativa del peso. Usar prendas inadecuadas provocaría microdesgarramientos en os tejidos débiles, lo que afecta la estructura, forma y posición del seno. En caso de que levantes pesas también debes tener cuidado, pues corres el riego de reducir el volumen de masa mamaria y de alterar la forma del busto si se desarrollan de más los músculos pectorales.
Elegir la talla incorrecta de sostén suele ser uno de los errores más comunes, ya que si se usa uno muy apretado, alteras la circulación y se entorpece el movimiento natural de la persona, lo que puede deformar el busto y provocar dolor de espalda; y si llevas uno grande, no das el soporte adecuado, como consecuencia la piel y ligamentos se pueden colgar y el busto se verá caído. Por esto, debes conocer bien tus medidas para que puedas lucir senos en su mayor esplendor.
