La experiencia ha demostrado que el de ministro, ministra de la Juventud no es cargo profesionalmente dignificante. Hasta mi joven gato Ashy (al final el único requisito es ser joven) haría bien las tres actividades de ese inútil ministerio. Es posición solamente para remuneración personal, recompensa política. A menos que un plan presidencial demuestre que a partir del 16 de agosto eso será diferente, la joven predesignada para el cargo está sobrecalificada para el mismo. Como tiene una sobresaliente formación académica y profesional, debe prepararse para cuatro años de aburrimiento; le va a sobrar el tiempo, aun accionando para intentar justificar la función. Decepcionante que la primera ministra de Luis Abinader sea para una institución anodina, insulta nuestra inteligencia. La eterna infravaloración femenina dominicana.

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