U n estudio de la reconocida Brookings Institution fundamenta la lucha contra la pobreza, en tres principios: Conferir igual oportunidad a cada quien; promover la responsabilidad en el ámbito familiar y social; y brindar seguridad y apoyo a aquellos que lo necesiten. El énfasis en la responsabilidad y la familia constituye un verdadero manifiesto anti-populista.
A continuación algunos puntos
relevantes:
1.- Los niños comienzan la vida y la educación en condiciones desiguales, y por ende, no tienen las mismas oportunidades para triunfar en la vida. Mientras los niños de familias acomodadas poseen una protección material, emocional y apoyo educativo, los niños de familias de bajos ingresos usualmente crecen en hogares, escuelas y comunidades en crisis.
2.- En las sociedades libres, la libertad entraña responsabilidades. “La vida familiar es una relación de responsabilidades mutuas, como es la vida laboral, y la ciudadanía democrática.”
3.- Un objetivo de las políticas contra la pobreza consiste en reducir la dependencia de los beneficiarios al apoyo gubernamental, aumentando su capacidad para responsabilizarse de sus propios futuros.
4.- Liberales y conservadores aceptan que las enfermedades físicas y mentales, las dislocaciones y recesiones económicas, y simplemente la mala suerte pueden llevar a personas a necesitar ayuda y protección.
5.-Décadas de investigación demuestran que aumentar la protección de los niños los prepara mejor para romper el ciclo de la pobreza, y para ser adultos más responsables.
6.- El estrés crónico y la imprevisibilidad pueden provocar cambios sustanciales en el cerebro de los niños, influenciando su comportamiento, propiciando una mayor agresividad y conducta antisocial, impidiendo el éxito posterior, así como una actividad sexual precoz y el embarazo de las niñas.
7.- El informe identifica tres aspectos de la vida que “se entrelazan con tanta fuerza, que deben ser estudiados y mejorados conjuntamente: la familia, el trabajo y la educación”.
8.- Fortalecer a las familias para que preparen a los niños para el éxito en la educación y el trabajo.
9.- Promover la paternidad responsable y el matrimonio. Educar sobre la crianza efectiva de los hijos.
10.- Ayudar a los jóvenes, hombres y mujeres, con menor nivel educativo a prosperar en el trabajo y la familia.
11.- Mejorar las habilidades de los menos educados, para lograr empleos bien remunerados.
12.- Elevar los niveles de participación laboral entre aquellos difíciles de emplear, incluyendo a los menos educados.
13.- Mejorar la educación de tal suerte que los niños pobres logren oportunidades de progreso, educándolos para promover su desarrollo social, emocional, así como su personalidad y habilidades académicas.
Finalmente, las políticas macro-económicas que promuevan el crecimiento económico y la productividad contribuyen substancialmente a reducir la pobreza, y a mejorar la movilidad social, pues aumentan el empleo y los salarios reales de los grupos más desfavorecidos.
