Recuerdo que en una conversación con ese oráculo llamado Felipe Rojas Alou en una mañana de sol dominante en Scottsdale, Arizona, el Panqué de Haina me señaló a una figura de los Gigantes que se vio precisada a decir adiós del juego porque, simple y llanamente, el tiempo se encargó de cumplir su cometido.
Las manecillas del reloj no se detienen. Los compromisos se caen, pero la fecha y hora de los mismos siguen campantes.
Mariano Rivera ha dicho que este es su último año. Creo que pronto veremos a Derek Jeter decir que se despide. Puede que no sea en 2013, pero por más que quiera insistir el futuro Salón de la Fama, su adiós no está muy lejos.
Lo primero es que su lesión en el tobillo izquierdo acaba de reagravarse. Para cuando regrese, después de la pausa del Juego de Estrellas, pensar en que será el paracorto de todos los días es un atrevimiento de marca mayor.
Puede que termine la temporada, pero para 2014 será un hombre de 40 años en la que probablemente sea la posición más exigente del negocio.
Después que se cruza el umbral de los cuatro decenios se cierra el tiempo útil en el juego y hay que prepararse para la vida después del juego. De hecho, no son todos los grandes que se han mantenido produciendo después de los 35 años. Muchos a los 38 están acabados.
Imagínese cuando las lesiones comienzan a hacer acto de presencia y se convierten en obstáculos.
El cuadro de los Yankees da reconstrucción por todos los lados. Ese núcleo de Jeter, Mariano, Posada (ya retirado) y Pettitte es lo más parecido a una obra teatral destinada a cerrar su puesta en escena en cualquier diciembre cercano. Los ciclos se agotan. Los días no se enferman.
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Busquen hoy su revista CDN Deportes que trae elCaribe…Espero que sea del agrado de todos…Los Lakers se colaron en el séptimo puesto del Oeste y van menos forzados contra San Antonio… Aún así, las Espuelas salen favoritas… Aunque no gane el premio al Dirigente del Año, Eric Spoelstra merece reconocimiento… Hay que ser bueno para dirigir a los grandes.
