Comentábamos que por más empeño de las autoridades a cargo del 9-1-1, difícilmente funcionará como se desea hasta que los dominicanos no lo respeten y lo apoyen debidamente. En 48 horas se produjeron 42,373 llamadas, de las cuales 28 mil 903 fueron molestosas. Según Zoraima Cuello, viceministro de la Presidencia, la mayoría fueron realizadas por niños, o adultos, personas que marcaban y colgaban, o se mantenían en silencio. Un relajo. ¿Por qué ocurre eso? La ignorancia y el ser dominicano, con la tendencia corrosiva. La ley del 9-1-1 se quedó corta con el régimen de sanciones. Hay que educar, pero también castigar la mala conducta con más dureza.

Los dominicanos vibramos con la coronación como campeones del Clásico Mundial del Béisbol. Estábamos persuadidos de que el trofeo pertenecería a la República. Porque creemos que en esa materia nuestra calidad se impone.

La realidad es que los dominicanos han vencido porque jugaron con entusiasmo, con alegría, con ganas de ganar. Era lo que se respiraba. Pero eso no fue suficiente. Esta vez el equipo funcionó como tal, un conjunto de hombres cohesionados, en el cual resaltaba la disciplina, la ecuanimidad y la seriedad en el terreno de juego. En este punto hay que resaltar el papel del manager Tony Peña. Fue un verdadero dirigente. Porque por más deseo de dar, sin un magnífico liderazgo no habría garantía de victoria.

Este mundial sirvió para elevar el orgullo de ser dominicano, de ser lo que somos. Y una de las mejores expresiones de esa mismidad fue no sólo el levantamiento bien alto del símbolo de la Nación, la bandera, sino también el plátano. El plátano define una parte de ser del dominicano, aunque no sea un producto único de esta tierra.

También, el Clásico Mundial acercó más a los dominicanos. Impresionante cómo surgieron tantas banderas. Cuántos dominicanos en Miami acompañando su equipo, y sorprendentemente en la costa Oeste norteamericana. Muchos debieron viajar desde distintas latitudes para estar junto a sus jugadores.

Y ni hablar de la fiesta en que se convirtió la victoria en el territorio nacional. Nunca antes el deporte nos había unido de esa forma.

Felicitaciones a ese tremendo equipo de ganadores. Lo mismo que a todos sus competidores, como los hermanos puertorriqueños, que se comportaron con mucha dignidad y confraternidad, aún en la hora final.

Un reconocimiento muy especial. Al equipo de CDN Canal 37 que desde los estadios en Estados Unidos y desde sus puestos en Santo Domingo, permitió a toda la Nación compartir este triunfo.

Y finalmente, entender, que aún en el éxtasis de la victoria, la moderación es siempre necesaria. Deploramos la pérdida de tres jóvenes dominicanos en medio de la celebración.