La crisis

La crisis que sacude a lo interno al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sigue como el primer guandul, y ya se hace difícil, muy difícil, hacer predicciones que vislumbren una solución armoniosa, unitaria, al diferendo que separa a sus líderes&

La crisis que sacude a lo interno al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sigue como el primer guandul, y ya se hace difícil, muy difícil, hacer predicciones que vislumbren una solución armoniosa, unitaria, al diferendo que separa a sus líderes principales. Los que creíamos que cuando el presidente Leonel Fernández sacara la cabeza para tratar el tema vendría el momento de la paz, estábamos equivocados. Tras el discurso pronunciado este lunes por El Príncipe, las pasiones lucen desbordadas, radicalizadas, en ocasiones como un reflejo de posiciones irracionales, pero –repito como en otras oportunidades- ellos son morados y se entenderán. Eso bien vale un no os desespereis…

Margarita

Margarita Cedeño de Fernández es vicepresidente de la república, miembro del poderoso Comité Político del PLD… pero también, la esposa del presidente Leonel Fernández. Por esa razón, son insensatas las críticas de algunos al hecho de que ella acompañara a su esposo el pasado lunes, cuando el presidente del PLD acudió a los estudios de Telemicro a grabar su discurso a la Nación. Malas lenguas de las que abundan en el patio, máxime detrás de todas las intrigas políticas, han difundido, en rol de meter cuñas, que Margarita no debió estar con Leonel en ese momento porque da la impresión de que hay división de opiniones en las alturas. Pero es que las hay, sí, y no son un secreto, aunque justo es reconocer que la segunda mandataria ha sido muy prudente, tanto en su exposición pública como en el cuidado de no verse involucrada en un debate de significación. Si ella acompañó a Leonel, lo hizo en su rol de esposa, y no debe ser criticada…

Se fue Víctor

Me dicen que mi amigo Víctor Gómez Casanova dejó el programa El Sol de la Mañana. Lo que no me explicaron fue si lo hizo para dedicarse a su campaña por la senaduría de la capital o si hubo algún disgusto de por medio. Pero de que ya no está, no está. ¡Hummm…!

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La crisis es el tema de todos los días. No está bajo nuestro control sino de las autoridades, pero sí nos obliga a hacer esfuerzos para manejar las eventuales crisis espirituales.

La complicada situación nacional debe ser razón para tratar de estar en paz en medio de las crecientes dificultades. Una alternativa es aprender a dejar ir, lo que significa evitar alimentar las emociones que generan sufrimiento.

Es humano sentir enojo, hartazgo, irritación o hasta desesperación en algún momento, pero que dichos sentimientos no hagan residencia permanente en nuestro interior.

Durante complicaciones y trastornos, está en nosotros aquietar nuestra alma. Dejando ir emociones negativas, teniendo en cuenta el carácter temporal de toda crisis, Dios mediante.

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