Ambientar sin gastar mucho dinero es posible con creatividad

Objetos como destartalados huacales de refrescos, neumáticos viejos, galones plásticos desechados, botellas, cajas y tanques sin posibilidad de uso, o cáscaras de coco, no necesariamente tienen que ser tirados a la basura, sino que con una pizca…

Objetos como destartalados huacales de refrescos, neumáticos viejos, galones plásticos desechados, botellas, cajas y tanques sin posibilidad de uso, o cáscaras de coco, no necesariamente tienen que ser tirados a la basura, sino que con una pizca de creatividad pueden convertirse en los elementos que transformen un espacio deslucido, en uno elegante y acogedor.

Raysa Polanco Macías, sancristobalense curadora de arte, recicló utensilios de este tipo en la decoración del patio de su residencia; y complementándola con apropiadas piezas artísticas logró transformarlo en un área muy singular, preferida para compartir buenos momentos con la familia y amistades, invirtiendo muy poco dinero.

Le tomó tres meses preparar e incorporar todos los elementos. Con un poco de pintura, madera y tela transformó un viejo tanque plástico en mesa de comedor, que también le sirve para guardar cosas; huacales de cerveza a los que colocó cojines, son ahora asientos del comedor, y en unos cuantos galones plásticos
organizó las plantas ornamentales.

Creó un atractivo bar utilizando una vieja caja de playwood que pintó con técnica de envejecimiento y le aportó notoria elegancia, complementándolo con detalles como una silla típica hermosamente dibujada por el artista oriundo de Constanza José Morillo y una lámpara de papel elaborada por el maestro del reciclaje argentino-dominicano Marcelo Ferder.

Según explica Polanco Macías, para quien la creatividad es la vía para tener cosas bonitas cuando no se cuenta con grandes recursos económicos para adquirirlas, la ambientación del patio fue un proceso en principio pensado para dos semanas, pero se extendió a tres meses porque a medida que implementaba una idea le surgían otras, y en realidad aún sigue en pie, pues mantiene la motivación de continuar incorporando otras más.

“Mis hijos siempre me dicen que soy una inquieta, porque vivo inventando cosas de la manera más económica. Lo del patio fue un proceso maravilloso que me mantuvo creando como una maquinita para que luciera cada vez mejor y gastar lo menos posible, fruto de la necesidad de embellecer el área donde más suelo reunirme con amigos y seres queridos”, explicó.

Un herbario con las hierbas culinarias preferidas de Polanco Macías, quien tiene en la cocina una de sus grandes pasiones, está todavía sin concluir en el patio, aunque el sembradío ya permanece delimitado de manera pintoresca, a base de cocos pintados de blanco.

Otras áreas de la residencia también están ambientadas con elementos que reflejan los gustos de la dama, esencialmente su interés por el arte caribeño y africano, este último, del que guarda una querida colección de obras conformada a lo largo de más de veinte años de trabajo junto a artistas reconocidos, así como visitas a museos de todo el mundo.

Resaltan en la misma: platos de cerámica de Said Musa, Ezequiel Taveras, Wilfredo Torres, Alexander Polanco, Rafael Sepúlveda y John Caridad; caretas africanas; esculturas de Ramón Osorio; obras de Sixto Sepúlveda, Leo Rodríguez y Elvis Avilés, entre otros.

Saber
El arte reciclado es una tendencia que se ha impuesto en los últimos años. Además de belleza, protege al medio ambiente.

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