A nadie le importa las estatuas de Sánchez y Mella develadas en la Plaza de la Bandera. Han descargado toda clase de juicios sobre la de Juan Pablo Duarte, porque no refleja la obra artística que nos acostumbramos a ver del imaginario del pintor, escultor y fotógrafo Abelardo Rodríguez Urdaneta. Nadie quiere aceptar la realidad del Duarte abandonado y enfermo que falleció en Venezuela, y que capturó el fotógrafo venezolano Próspero Agustín Reyes, pocos meses antes de morir en el año 1873. Ahora en las redes se dice que la estatua representa a Danilo Medina. ¡Qué locura! Algo parecido ocurrió con una imagen de Duarte de la década del 80, que “tenía” familiaridad con un político ya ido.