La actriz y directora Niurka Mota tiene cuatro décadas ininterrumpidas en las tablas. Hace 10 años, con Santicló, entró también al mundo del séptimo arte, cuyo crecimiento aplaude y anhela que sea igual en su amado teatro.

Al tomar de referencia sus 40 años en las tablas, analizó la situación actual de esta rama artística en la República Dominicana, la cual considera que está en uno de sus mejores momentos.

“La gente se está volcando a hacer mucho teatro y el público lo está apoyando bastante. Yo diría que estamos en uno de los mejores momentos, han surgido muchos productores y mucho talento nuevo”, precisó la también productora.

Considera que el crecimiento en el número de obras que se están presentando cada año amerita la creación de nuevos espacios para estas propuestas.

Mota explicó que si bien es cierto que hay distintos lugares independientes y alternativos, donde se presentan numerosas puestas, estos son, más bien, sitios con salas de espectáculos que se están adaptando y utilizando para hacer teatro. “Realmente nos faltan salas construidas para tales fines; esas salas no son teatros en sí, son salas grandes que te permiten adaptarlas para hacer teatro. Hablo de tener más salas de teatro, no el alternativo, sino salas como La Ravelo, Las Máscaras (…) y la realidad es que necesitamos una expansión física porque no contamos más que con las del Estado”, agregó la artista.

La actriz consideró que esto representa una desventaja para los productores, ya que pasan de tres a cuatro meses ensayando un montaje que solo dura uno o dos fines de semana en escena debido al alto número de solicitudes y presentaciones que tienen los espacios reconocidos, como son el Teatro Nacional “Eduardo Brito” y el Palacio de Bellas Artes.

Sin embargo, entiende que la sala no tiene que ver con el éxito de las obras, porque el público las elige por la temática, elenco o el tipo de propuesta que sea.

“Si la propuesta no es buena y no es motivante para el público, pues aunque sea en las salas más reconocidas, si no tiene éxito es porque realmente no se le ha dado al público lo que anda buscando; la planta física no importa tanto como la propuesta”, alegó.

Entre dos obras y una película

Niurka Mota, quien ha participado en unas 10 películas y ha dirigido más de 20 obras teatrales, se refirió a su nuevo montaje, Las alegres reverendas, la cual estará en escena en el Bar Juan Lockward del Teatro Nacional, a partir del 2 de agosto. En esta pieza compartirá escena con Geannina Rodríguez y Karla Hatton.
Además, reveló que tras su última aparición en el cine (Colao), filmó la cinta Sol y Luna, de José Enrique Pintor, y tiene otra propuesta para este año. Mientras que en las tablas, llevará a escena la pieza Margarita con sabor a pólvora, en noviembre, con las actuaciones de Patricia Muñoz, Yamilka Román, Carolina Rivas y Evelyna Rodríguez.

Un concepto diferente

La obra Las alegres reverendas, en la que actúa y dirige, narra las vivencias de tres monjas que deciden salir a cumplir su misión de una manera diferente, instalando su plataforma en un centro de diversión, bajo el argumento de que “en todos los sitios hay almas que salvar”. Mota resaltó que esta pieza viene a promover el concepto de “café teatro”, el cual definió como un género “ágil, interactivo, ligero y divertido”. “Es un espacio donde también me divierto”, dijo acerca de la pieza producida por José Antonio Aybar y Miguelina Terrero. Las presentaciones serán los jueves, viernes y sábado, a las 9:30 p.m.

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