Dice no es un papá de línea dura. Le dieron muchas pelas en su niñez. A uno de sus vástagos nunca le gustó la pelota y se inclinó por la pintura

La producción de Vladimir Guerrero no se limitó al terreno de juego, donde acumuló méritos suficientes para ser llevado al Salón de la Fama de Cooperstown.

Es el padre biológico de ocho, entre adolescentes y niños, además de ser el responsable de criar a tres más, uno de los cuales, revela el exjardinero de varios conjuntos en una carrera estelar de 16 años en las Mayores, es abogado y le costeó todos sus estudios.

“Nos llevamos muy bien, desde pequeño me dice papá y terminó su carrera. Me siento bien con eso, ya que yo no tuve esa ayuda de estudiar cuando pequeño, pero ahora gracias a Dios puedo ayudar”, dice Vladimir a elCaribe desde su residencia en Don Gregorio, Nizao, Baní, provincia Peravia.

Guerrero no se considera un padre de línea dura, algo que dista mucho de la crianza con disciplina en extremo que recibió. Dentro de su pasión por las sandalias se esconden recuerdos de los tantos chancletazos que recibió en su infancia, cuando, confiesa, era un poco terrible.

“Me pegaron mucho”, dice entre risas el dominicano que el pasado nueve de febrero cumplió 43 años. “Antes no era igual y si alguien daba una queja de ti, te pegaban. Llevé muchas pelas por eso”.

Cuenta que cuando su madre, Altagracia Albino, se fue a Venezuela a laborar en aras de buscar un mejor sustento para su familia, se quedó con una tía-abuela que no lo pensaba dos veces para impactar su cuerpo con lo primero que tuviese cerca. “Hoy uno agradece esas pelas, pero mi tía, que en paz descanse, no relajaba. Le metía a uno y duro”, dice.

Con sus hijos es todo lo contrario. “Me llevo bien con todos, hablamos mucho. Les pido que estudien y se porten bien”, señala. A uno de sus vástagos, que tiene por nombre Miqueas, el apodo de Vladimir, nunca le gustó ser pelotero como su padre. “No hubo manera. Lo de él es la pintura. Eso es lo que le gusta y es muy buen estudiante”, dice el nueve veces miembro del Juego de Estrellas en GL.

Maneja las finanzas de Vladimir Jr.

Los más pequeños son mellizos, una hembra y un varón, y Vladimir Guerrero Jr., quien nació en Canadá, siempre soñó con seguir los pasos de su padre, lo que logró en 2015 cuando recibió un bono por 3.9 millones de dólares con Toronto. Hoy día es uno de los principales talentos del béisbol. Su relación es tan armoniosa que Vladimir padre maneja las finanzas de Vladimir Jr. “Él solo me dijo que le compre una guagua (yipeta) y que le guardara lo otro. El resto del dinero lo tengo yo. Lo de él es jugar pelota y ojalá llegue pronto a Grandes Ligas”, dice el tercer dominicano en ser elegido al Salón de la Fama.

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