El diván, que cada año se “cuela” dentro de las tendencias decorativas, resulta ideal para crear espacios en donde reine la distinción y el buen gusto
Cuando se habla del diván, muchos lo relacionan con el padre de la psicología Sigmund Freud, debido a que él utilizaba este tipo de mueble para que los pacientes se relajaran en ellos mientras les realizaba sus terapias de psicoanálisis.
Sin embargo, se trata de un mueble que los decoradores han utilizado como un “arma poderosa” para lograr espacios más atractivos dentro del hogar. Resultan ideales para crear un ambiente “chill out” (relajante y frescante), para la decoración de espacios amplios que inviten al relax; también son un detalle interesante para resaltar una pared donde no abunden los detalles.
La característica principal del diván es que ocupa poco espacio, una de las razones por la cual estos muebles son elegidos. Por ser pequeños, pueden ser parte del mobiliario de la habitación, la librería, de la sala o terraza.
Aunque muchas personas lo utilizan como un mueble auxiliar, al usarlo de manera estratégica se convierten en una pieza decorativa atractiva y protagonista de cualquier espacio para leer o descansar, ya que cumple la función de sofá, cama, o como un lugar extra para sentarse. Por ejemplo, como sofá puedes agregarle un par de cojines y almohadas. Utilízalos con un color complementario para darle una apariencia más acogedora y distintiva. Recuerda que en el mercado puedes encontrar diseños modernos en donde las almohadas ya vienen incluidas y hacen un juego perfecto. No intentes agregar más, recuerda que en este estilo las piezas lucen solas. En el caso de los divanes con respaldo rígido, coloca una mayor cantidad de cojines para dar la sensación de comodidad. Puedes colocarlos de diferentes tamaños, estampados y texturas.
