San Juan (Puerto Rico).- La crisis de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se profundizó este jueves cuando su junta de Gobierno dimitió en bloque ante las presiones surgidas por haber designado un nuevo director ejecutivo, Rafael Díaz-Granados, con un salario de 750 mil dólares anuales.

Díaz-Granados, un economista colombiano formado en la Universidad de Harvard, pasaría de la junta de Gobierno de la AEE a ocupar este próximo domingo la dirección ejecutiva cuando entraba en vigor la inesperada dimisión al cargo del estadounidense Walter Higgins III, cuatro meses después de su nombramiento con un salario de 450 mil dólares anuales y otras compensaciones revocadas que lo hubieran elevado a cerca de un millón de dólares.

La renuncia de Higgins generó contradicciones, ya que el gobernador isleño Ricardo Rosselló Nevares la atribuyó a asuntos familiares inesperados, mientras el propio funcionario de la corporación eléctrica dijo que se trató de motivaciones económicas.

Parte de las compensaciones de Higgins, quien deja formalmente el cargo este sábado, fueron cuestionadas por entenderse que violaban normas legales del gobierno de Puerto Rico, ya durante la anterior administración de Alejandro García Padilla se prohibieron los “bonos de productividad” en el sector público.

Irónicamente, su sustituto Díaz-Granados, quien fuera designado a la junta de directores de la AEE por Rosselló Nevares, hubiera tendido una remuneración anual de 750 mil dólares, lo que provocó una indignación generalizada, incluidos los presidentes del Senado, Thomas Rivera Schatz, y de la Cámara de Representantes, Carlos Méndez Núñez, ambos del oficialista Partido Nuevo Progresista (PNP).

El gobernante puertorriqueño, quien viajó este jueves a presenciar en Moscú la final del Mundial de Fútbol Rusia 2018, emitió temprano en la mañana una declaración en la que reconocía, tal como se había expuesto en diversos sectores, que el sueldo de Díaz-Granados “no guarda proporción con la condición financiera de la corporación pública, la situación fiscal del gobierno ni con el sentir del pueblo”.

Reclamó “atemperar el sueldo a lo que estoy planteando, o en su defecto, los miembros que no estén dispuestos a hacerlo deben renunciar a sus cargos, para que los asuman personas que trabajen arduamente en la búsqueda de un buen director ejecutivo dispuesto a trabajar por un salario que se ajuste a la realidad de la AEE”.

La AEE, que tiene una deuda pública de 9 mil millones de dólares, no ha podido restablecer el servicio eléctrico en la totalidad de Puerto Rico, transcurridos diez meses del paso del huracán María, mas ha concedido multimillonarios contratos a corporaciones estadounidenses.

La inmediata designación de Díaz-Granados, quien fuera ejecutivo de General Electric en distintos países de Iberoamérica, por la junta de Gobierno de la AEE, ha generado indignación por el jugoso salario concedido.

La renuncia de los integrantes del organismo rector de la corporación eléctrica, cuya privatización impulsa de forma solapada el gobierno, plantea un nuevo escenario para la administración de Rosselló Nevares, que atraviesa por problemas de credibilidad pública.

El analista político Ángel Rosa opinó que el gobernador boricua enfrenta crisis de gobernabilidad a poco más de dos años de asumir la dirección de un Puerto Rico ahogado por una crisis fiscal y una deuda de 73 mil millones de dólares.

Por Nelson del Castillo

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