Señor director: He leído en varios medios de comunicación, la advertencia que han hecho algunos dirigentes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), sobre los nombramientos que ha dispuesto el Ministerio de Educación, de personas que no han ido al concurso de oposición.

Entiendo que la preocupación que debe tener la ADP y la ciudadanía en general, no es que se nombre a profesores con títulos sin ir a concurso, sino que se revise el currículo de las distintas universidades y que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología juegue su papel, para tener un diagnóstico de si el producto que está saliendo de los centros de enseñanza superior está al nivel de competencia que se requiere en la actualidad.

Lo que aspiro como ciudadano preocupado por le educación de mi país, es que cuando el Ministerio de Educación nombre un docente le exija que dentro de cierto tiempo debe hacer una Maestría en su área, y se le proporcionen los recursos, para que ese profesor pueda adquirir una mayor formación intelectual y brinde un mejor servicio a la comunidad donde ejerce sus labores.

El concurso de oposición no garantiza la calidad del docente, lo que garantiza la calidad de la enseñanza, es la formación constante del mismo, ese concurso solo ha servido para frustrar a muchas personas que después de salir de las aulas universitarias, al no pasar ese examen, se le niega la oportunidad de trabajar en el sector público.

Esto en principio es una violación a un derecho fundamental, previsto en el artículo 62 de nuestra Carta Sustantiva, que dice en su parte superior lo siguiente: “El trabajo es un derecho, un deber y una función social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado”.

Lamentablemente la sociedad dominicana está aceptando todo, pero yo, como un grano de arena en el desierto, invito a la ADP y al Ministerio de Educación a sentarse con la esperanza y la fe puesta en alto, y dialoguen sobre la conveniencia de que los docentes del sector público puedan adquirir la enseñanza del cuarto nivel; eso, a mi juicio, es una tarea impostergable tanto de la ADP como del Ministerio de Educación.
Antonio Hernández
Periodista

La resolución de la JCE

Señor director: La Junta Central Electoral ha tratado de frenar el proselitismo a destiempo, lo que ha sido un clamor de muchos , incluso de los políticos, aunque estos lo dicen “de la boca para afuera”.

Si todos coinciden en que la resolución es positiva, que no le busquen “periquitos legales” y que la acaten.
José Enrique Marte
Ciudadano

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