Las estaciones espaciales y los centros terrestres de observación espacial desplegaron ayer un operativo de urgencia para identificar una sombra gigantesca que se proyectó inusitadamente hacia el espacio exterior desde la República Dominicana, un hecho que la comunidad científica mundial no logra explicarse. Al cabo lograron establecer que se trataba del ego de un pequeño terrícola identificado como Mariano Germán, cuya voz, demasiado alta para su estatura, esparció por todo el planeta una frase cuyo eco todavía se repite y se repite: “¡Que nadie se meta con la Suprema, que aquí mando yo, carajo!”.

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