Santiago. Varias edificaciones, incluidas de instituciones y oficinas públicas, se construyeron sobre cañadas, manantiales o corrientes de aguas en distintos puntos de la ciudad.

Una de esas instituciones es el hospital José María Cabral y Báez, sometido desde el 2015 a un proceso de reconstrucción y cuya demora el director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, Francisco Pagán, la atribuye a corrientes de agua cuyos efectos buscan corregir antes de entregar la obra. La observación que hace Pagán la habían hecho geólogos como Orlando Franco (ya fallecido), quien además hacía la observación de la vulnerabilidad de la edificación para resistir un sismo de considerable magnitud. Además, como consecuencia del crecimiento de la ciudad, las tuberías del drenaje pluvial se han quedado cortas para recolectar estas aguas y se evidencia en las inundaciones urbanas que se registran y como ejemplo se citan los casos de las “piscinas” que se forman en la avenida 27 de Febrero, en sus intersecciones con Estrella Sadhalá y Sabana Larga, frente al Cabral y Báez.

Las construcciones

Aunque expertos de la construcción han señalado que para construir el edificio Presiente Antonio Guzmán (El Huacalito), se tomaron medidas de rigor y se levantó sobre pilotes de hormigón armado, allí nace una corriente de agua que fue entubada, pasa por varias calles de Los Jardines Metropolitanos hasta desembocar en el Hoyo de Julia. El urbanista Roque Nelson Rodríguez recuerda que a principios de los 90, próximo al Huacalito se comenzó a construir un edificio para un cine y se desplomó. Bajo los escombros quedaron sepultados cuatro trabajadores.

Rodríguez, exdirector de Planeamiento Urbano del cabildo, precisó que hay otra cañada soterrada en el local del Partido Reformista que pasa por la calle J. Armando Bermúdez y atraviesa Pueblo Nuevo hasta llegar a un área abierta en el sector La Muñeca, para luego desembocar en el río Yaque del Norte.

Pero hay otra corriente que pasa por la Estrella Sadhalá, próximo a un restaurante, pasa por La Lotería y desemboca en la cañada de Nibaje, sigue por la Avenida Ecológica, la cual fue encajonada en la administración de Gilberto Serulle para dar paso a un anfiteatro, pero que con las lluvias generó un desorden que afectó calles y viviendas.

Además hay construcciones sobre manantiales en la misma Calle del Sol, según refiere Rodríguez, incluido un hotel y un parqueo. En Santiago también hay solares que por la emanación de agua nunca se han hecho construcciones, como el caso de la laguna que está al lado del cine Hollywood, en la avenida Estrella Sadhalá.

Lugares similares hay por lo menos en dos puntos de la calle Del Sol. Lo que ocurre en el centro de la ciudad no es exclusivo, ya que también se da en las urbanizaciones El Embrujo I, II y III con el paso de una cañada, en el algunos lugares encajonada para dar paso a edificaciones, y barrios como Hoya del Caimito, donde también se entubó una cañada. Ya que Santiago también es vulnerable a terremotos, expertos piden tomar las previsiones de lugar a la hora de construir.

Posted in Edición Impresa, Panorama, Región Norte

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas