Hable Primero el Médico

Introducción

Creo conveniente ofrecerles completo mi libro “VIDA Y ABORTO” en tantas entregas, cuantas sean necesarias. Nos tomará varias semanas. Pero lo hago con gusto. He aquí la primera entrega.

I
Prólogo del Dr. Freddy Contín
“Ningún tema ha causado tanta controversia como el aborto. A primera vista, pareciera que muchos de nuestros contemporáneos no logran comprender la dimensión que envuelve para nuestra propia existencia y, sobre todo, para el presente y futuro de las nuevas generaciones, las consecuencias de aprobar en cualquier país la despenalización del aborto provocado.

Más preocupante aún es el cambio de mentalidad, operado en muchos sectores sociales en relación con el valor de la vida humana, en una clara contradicción con los progresos científicos.

Por esta razón, esta nueva publicación de monseñor Ramón Benito de La Rosa y Carpio, en la cual recopila y expone sus comentarios, así como los de diferentes fuentes, sobre esta problemática a nivel mundial que afecta de manera particular a la República Dominicana, es un extraordinario aporte donde el autor nos presenta, con un estilo claro y directo, una visión completa de esta terrible realidad.

La obra nos presenta un detallado enfoque y análisis desde la perspectiva científica, ética, moral y psicosocial, lo cual nos ayuda de manera fiable a conocer, analizar y ponderar este tema, convirtiéndose en un excelente instrumento educativo y de referencia para todos.

Con mucha pericia, el autor va presentando las ideas de modo que, a través de cada aspecto abordado, el lector pueda tener un conocimiento mucho más objetivo de este crimen, el cual implica la eliminación de un inocente indefenso en el vientre de su madre.

Asimismo, nos recuerda el autor que la vida humana científicamente comienza en el mismo momento de la concepción, y que el derecho a la vida es el primero y más importante derecho fundamental del ser humano. Sin vida, no existirían los demás derechos. Por consiguiente, objetivamente, todo aborto provocado legal o ilegalmente es un homicidio, ya que lo que se destruye es un ser humano en los albores de su vida.

Además, resulta paradójica la mentalidad abortista ante el gran despertar de la conciencia en torno a los derechos humanos: mientras se suprime la pena de muerte en los ordenamientos jurídicos en beneficio de los mayores criminales, se la decreta antes de nacer contra los más inocentes e indefensos, los niños en el seno de su madre.

Entre la vida o la muerte del hijo, al decidirse en favor del aborto, la madre opta por la condena a muerte de su criatura, muchas veces en nombre de una ley y de los llamados derechos humanos.

De esta manera, la madre y su matriz, que es la primera cuna que la naturaleza regala al nuevo ser concebido, y que está llamada a ser su primera protectora contra los peligros del exterior, se convierte, abortando, en su propio verdugo.

Finalmente, debo confesar que había planeado tan sólo hojear superficialmente este dosier y recoger su mensaje y la calidad de su prosa lo suficiente como para permitirme recomendarlo, tomando en cuenta que está realizado por un autor cuya vida es respetada enormemente. Sin embargo, después de leer cada uno de los aspectos abordados, descubrí que esta nueva obra se había apoderado de mí por su enfoque fascinante.

Sencillamente, tuve que detenerme en cada palabra, por lo que no dudo en recomendar su lectura bien ponderada, ya que no solamente nos ayuda a comprender la problemática del aborto sino que, además, es un reto. Lo es para los profesionales del área de la salud, los educadores, los padres, los actores del ámbito político y para el público en general.

La aceptación de este reto puede transformar nuestra propia vida así como la vida de los demás, a medida que nuestros pensamientos, nuestras manos y nuestras acciones se conviertan en instrumentos de salvación para la vida del concebido en el vientre materno.

Confiamos que la lectura reposada y tranquila de este maravilloso trabajo nos ayude a alcanzar los objetivos en él propuestos.”
Dr. Freddy Contín Ramírez
Miembro de la Academia Americana de Pediatría

II
Por qué este libro
Decidí recoger en un libro material sobre la vida y el aborto el día en que descubrí que hay gente que defiende el aborto no por razones ideológicas ni mercantiles, sino de buena fe, por ignorancia, por falta de información o para no pasar una vergüenza social cuando la hija le queda encinta sin haberse casado.

1. Fue en un círculo de pensadores, intelectuales, profesionales expertos en distintas áreas del saber humano, en el que hay participantes de diferentes credos religiosos, políticos e ideólogos, todos ellos amigos entre sí y míos y muy libres de
expresar sus ideas y convicciones.

Me dijeron: – Hablemos de lo que piensa la Iglesia sobre el aborto.

Les respondí: -Puedo hablarles de eso. Pero ahora yo sólo hablo de lo que las ciencias dicen de la vida y del aborto. Les ofrecí entonces todos los datos que yo tenía. Hablamos largamente. Al final, uno de ellos, pensador de talla, conocido de la mayoría de los dominicanos, profesor universitario y periodista, dijo para sorpresa mía que no poseía, de manera tan clara, todos esos datos, añadiendo que “desde ahora trataré el tema del aborto de otra manera”.

No sé si todos tomaron, en conciencia, la misma decisión, pero sí tengo la percepción de que algo cambió en la mayoría respecto al tema.

2. Al tener esa experiencia, recordé, impactante para mí, el testimonio de una joven señora, que vino a nosotros y nos dijo: “Yo soy atea. No vengo aquí para hacerme católica ni pedirle perdón a Dios, pero es sabido que ustedes tienen unos talleres que ayudan a las mujeres que abortamos a recuperarnos del trauma post aborto. Yo me hice un aborto porque pensaba que no había vida humana, que el feto era un pedazo de carne en mí y que yo podía deshacerme de él. Cuando descubrí que médica y científicamente ese feto era un niño, me dije: soy una asesina. Yo maté a mi niño. Si lo hubiera sabido, no lo hago. Sé que legalmente no me pasará nada, pero de esto que sufro en mi interior, cómo me libero. Ayúdeme”.

Ya conocía, por experiencia pastoral, muchos casos como éste. Pensaba, de joven sacerdote, que el arrepentimiento, la confesión y decirles que Dios nos amaba y perdonaba bastaba para superar la culpa. Sin embargo, siempre retornaban y me decían: “Sí padre, Dios me perdonó, pero, ¿quién me perdonará a mi misma?”, y así las cosas hasta que leí una investigación de una psicóloga uruguaya que hablaba del trauma post aborto, del que casi no se habla y se tiene miedo de tratar. Entonces caí en la cuenta de que el aborto no sólo es un problema religioso, de culpabilidad ante Dios en un creyente, o ético y moral, sino también un problema psicológico. Más tarde aprendí que cuando se practica un aborto a una joven violada le quedan tres problemas, secuelas o traumas: uno, el de la violación, del que necesita sanarse psicológicamente; otro el del aborto mismo, que es religioso o ético, el que es más fácil sanarse por el arrepentimiento y el amor de Dios; y el tercero, el trauma post aborto, que se sana, con dificultad, con muchas terapias.

3. Es bueno que diga también que en el tema del aborto ya no respondo como hombre de iglesia, sino con datos de la ciencia, porque es una estrategia pensada, preparada y puesta en práctica, la de afirmar que la oposición de la iglesia es porque es retrógrada. Así nos lo enseñó el doctor Bernard Nathanson, el propulsor de la ley del aborto en Estados Unidos, ahora arrepentido de haber impulsado esa ley y de haber practicado más de 75,000 abortos. Para más información al respecto lean el tema 2 de este libro y más aún busquen en internet lo que dice sobre el Dr. Bernard Nathanson.

A los periodistas y comunicadores les digo: si están interesados en el tema de la vida y el aborto, buscando la verdad, no pregunten ingenuamente qué dice la iglesia del aborto, porque los que están bien informados saben que es una pregunta que hacen los periodistas promotores del aborto o porque esa es su ideología o por negocio. Repito, esa pregunta limita el tema aborto y vida a un problema entre los cristianos atrasados y los modernos abortistas. No es sincera, es una estrategia sistemática. El que la hace es sospechoso de ser ingenuo o promotor del aborto, con malicia.
Ramón Benito de La Rosa y Carpio
Arzobispo Emérito

Conclusión

CERTIFICO que estoy transcribiendo completo literalmente mi libro VIDA Y ABORTO, capítulo tras capítulo.

DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veinte (20) días del mes de junio del año del Señor dos mil dieciocho (2018).

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