Santiago. Yuri Antonia Padilla perdió la mano izquierda y otras extremidades, cortadas por su entonces pareja sentimental Daniel Cruz, pero a casi cinco años de esa agresión no logra superar la tragedia.
Para enfrentar la difícil situación económica por la que atraviesa, Yuri Antonia requiere de un empleo y una casa, lo que le permitiría darle un techo seguro a sus dos hijos, uno procreado con su agresor.
“Estoy pasando demasiado trabajo y él gozando y privilegiado de la justicia dominicana”, apuntó.
El agresor fue condenado por el Tribunal Colegiado de Puerto Plata a siete años de prisión domiciliaria, debido a su condición de salud y a pagar dos millones de pesos como indemnización.
Padilla empezó a perder la fe en la justicia, aunque espera que el caso de su exesposo sea reabierto para poder demostrar que supuestamente no se encuentra en estado vegetal como se estableció en el juicio. El hecho ocurrió en la comunidad Palmar Grande, perteneciente al municipio de Altamira en la provincia de Puerto Plata.
Padilla, a pesar de las dificultades que padece tras cercenarle los dedos de la mano derecha y tener que amputarle el izquierdo debido a los machetazos propinados por su expareja, dijo estar dispuesta a trabajar para poder sobrevivir.
Las cortaduras propinadas por Cruz también afectaron las piernas, por lo que tuvo durante un largo tiempo que someterse a un proceso de terapia continua.
Su agresor se encuentra en libertad, debido a que en la cárcel sufrió un derrame cerebral que lo dejó supuestamente en cama. A pesar de que en la condena se establecía que el agresor debía pagar dos millones de pesos como indemnización, Padilla tampoco ha recibido el dinero.
“Yo siento impotencia y lo único que pido es que se de una nueva revisión del caso y que sea evaluado por médicos que digan si puede o no caminar”, dijo Padilla a reporteros de elCaribe.
