Nuestro Dios es un Dios creador, dinámico, extraordinario, omnipotente, Él siempre comienza por el final, todo lo que hace es perfecto, es Alfa y Omega, tiene control de sus diseños, de sus tiempos, de los espacios, de lo visible y lo invisible, de lo tangible y lo intangible, sostiene con sus dedos los puntos cardinales de la tierra, con su mirada arropa el eje del universo, y tiene contados tus cabellos como tus latidos.

¡Él es el autor y consumador de nuestra fe! Nada puedes darle que no te haya provisto antes, excepto tu obediencia y tu alabanza. ¡No dudes que serás bendecido con más para ir “hacia lo mejor”, para vivir y amar mejor! ¡Pero ante todo para ser definitivamente mejor!

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