El Banco Central anunció esta semana que durante el primer trimestre de este año la economía dominicana había logrado alcanzar un crecimiento de un 6.7%. Y que solo en el mes de abril, ese crecimiento había sido de un robusto 7.5%. Agregó además otro dato muy aleccionador: Solo el sector de la construcción tuvo un extraordinario crecimiento de 33.7% en el mes de abril.

De acuerdo al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, si no existen perturbaciones o situaciones internacionales adversas, la economía dominicana se encamina a lograr un crecimiento superior al 6% durante este año, y a ser la economía de mayor crecimiento en toda América.

A pesar de esas buenas noticias, hay dos aspectos que se convierten en serias preocupaciones y grandes retos para nuestra economía: la subida de los precios del petróleo y de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Estas dos situaciones, de producirse un alza desmesurada y el gobierno no saber manejar correctamente sus efectos, podrían ser un detonante para frenar el crecimiento y provocar un alza generalizada de precios.

El petróleo ha estado subiendo de manera permanente en los últimos tiempos, a un promedio de casi 2 dólares por mes. A finales del año 2017 el petróleo estaba a 60.06 dólares el barril, y ya para este mes de mayo del 2018 se cotizaba por encima de los 72 dólares. Es decir, doce dólares más caro.

La subida del petróleo provoca alzas en los precios de los combustibles y del transporte, y por vía de consecuencia, incrementos en los precios de todos los productos que son transportados. Y eso puede provocar una seria desestabilización económica y una espiral inflacionaria de consecuencias impredecibles. Y lo otro es que, si en 2018 el país compra petróleo y derivados a un precio de 15 dólares por encima de 2017, la economía dispondrá de 900 millones de dólares menos que el año pasado y más de 1,400 millones menos que en 2016. Eso implica una mayor presión sobre el mercado cambiario y podría darse un alza no controlada del precio del dólar.

El otro elemento que amenaza la estabilidad y el crecimiento, es la subida de las tasas de interés que ha estado realizando la Reserva Federal de los Estados Unidos. Esa entidad, que es el Banco Central de ese país, planea hacer dos aumentos de tasas de interés en el 2018 y tres durante el 2019. Esas subidas de tasas provocan un efecto negativo en nuestra política monetaria, pues encarecen los préstamos externos y suben el precio de los bonos que podamos tomar.

Eso significa que los préstamos, tanto del gobierno como del sector privado en los mercados internacionales, serán muchos más caros y, al mismo tiempo, las tasas de interés de los préstamos en el mercado interno también se incrementarán.

El gobierno dominicano debe estar muy atento al comportamiento de esos dos fenómenos económicos, que se convierten en serios peligros para nuestra estabilidad y crecimiento. Y desde ahora debe estar preparando un plan especial de contingencia, ante las alzas en los precios del petróleo y las tasas interés. Como dice el pueblo, siempre “es mejor prevenir que lamentar”.

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