Investigación desnuda vicisitudes de mujeres participan en política

Desde el despojo de las candidaturas, cambios en las posiciones en las boletas hasta abandono de sus casos por parte de los abogados tienen que enfrentar las mujeres a lo interno de sus partidos para garantizar su participación.

El PNUD, la JCE y el TSE auspiciaron estudio sobre la participación de la mujer a partir de las elecciones del 2016

Desde el despojo de las candidaturas, cambios en las posiciones en las boletas hasta abandono de sus casos por parte de los abogados tienen que enfrentar las mujeres a lo interno de sus partidos para garantizar su participación.

Los obstáculos que sufren las mujeres que deciden participar en política a lo interno de sus partidos fueron recogidos en un estudio denominado: “Más mujeres más democracia” con el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE). La investigación la realizaron Rosario Espinal y Sergia Galván.

Los datos analizados sobre los resultados electorales del 2016 muestran que históricamente los partidos, al igual que otras instituciones, se han caracterizado por ser organizaciones sexistas, donde las mujeres juegan un papel secundario.

Señala que la resis­tencia de los partidos a integrar equitativamente a las mujeres se demuestra en el caso do­minicano con las posiciones de dirección de los partidos políticos. Señala que de 26 partidos polí­ticos registrados en la JCE para las elecciones de 2016, solo uno lo preside una mujer y únicamente en dos hay una mujer ocupando la secretaría general.

“El estudio comprobó que contrario a la idea generalizada de que la ciudadanía no vota por las mujeres, en las pasadas elecciones en las 19 provincias donde se eligieron mujeres diputadas, el promedio general de votos es mayor para las mujeres que para los hombres con 8,957 y 8,824, respectivamente. Además, en ocho de estas 19 provincias las mujeres obtuvieron, en promedio, mayor cantidad de votos que los hombres, lo que indica que las mujeres electas aportaron más votos a sus partidos que los hombres”, explicó Rosario Espinal autora del estudio.

En el 2016 Cristina María Ortiz ganó la candidatura para una regiduría en la posición seis de la boleta del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en San Pedro de Macorís. Cuenta que al cierre del plazo para la inscripción de candidaturas ante la Junta Central Electoral, los dirigentes de su partido le dicen que no era necesaria su presencia para el registro. No hizo caso del consejo y se presentó en la junta electoral.

En el acto descubre que el objetivo era despojarla de su candidatura para en su lugar colocar a un hombre. El caballero se vio impedido de inscribirse porque la posición seis le correspondía a una mujer para cumplir con la cuota femenina. Como él no pudo, entonces colocó el nombre de su esposa y así intentó despojar a Cristina María del espacio que se había ganado.

Obstáculos para acceder a justicia

Cristina María Ortiz se identifica como una dirigente comunitaria y ante el abuso del que fue objeto decidió buscar amparo en el Tribunal Superior Electoral (TSE). Contactó varios abogados para que la representaran y todos le fallaron. En la audiencia, cansada de esperar al jurista que le había prometido un apoyo que nunca llegó, a última hora decide defender sola su causa. Como contraparte tenía cinco abogados. Subió al estrado y contó lo ocurrido a los jueces del TSE. Los jueces fallaron a favor de Ortiz.

Casos como el de Cristina María están documentados en diversas sentencias que ha emitido el TSE.

“Se comprobó con esta investigación que las mujeres atraviesan muchos obstáculos para el acceso a la justicia electoral, entre ellos el desconocimiento de normas internas de los partidos y los procedimientos contenciosos electorales, la carencia de abogados con conocimientos de legislación y jurisprudencia electoral para la defensa de las mujeres, limitaciones económicas, acoso y violencia”, precisó Sergia Galván.

La presentación del estudio

El estudio fue dado a conocer en un acto en el que participaron el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán; el presidente del TSE, Román Jáquez Liranzo; la ministra de la Mujer, Janet Camilo; el representante del PNUD en el país, Lorenzo Jiménez; la presidenta de la Comisión de Género de la Cámara de Diputados, Magda Rodríguez; la miembro titular de la JCE, Rosario Graciano de los Santos, entre otras personalidades.

Al hablar en el acto donde se presentó el estudio, el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, advirtió a los partidos que no serán aceptadas las propuestas de candidaturas para las elecciones del 2020 que no respeten la cuota femenina.

En tanto, la ministra de la Mujer, Janet Camilo, se quejó de que las mujeres han sido excluidas en el debate sobre la ley de partidos y agrupaciones políticas.

Lorenzo Jiménez dijo que la ley de partidos que apruebe el Congreso así la electoral, deben garantizar la paridad entre hombres y mujeres en los cargos de elección popular.

Participación femenina en agenda 2030

El representante del PNUD dijo que en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la igualdad de género no sólo es un derecho humano fundamental, sino que es la base necesaria para un mundo pacífico, próspero y sostenible. “Es por eso que una de las metas del ODS sobre igualdad de género es velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública”, expresó Jiménez. En ese sentido, resaltó que el compromiso de los órganos electorales con la igualdad de género es un factor que favorece el aumento y la participación de las mujeres en la política. Dijo que lo propio ocurre con las cuotas.

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