En ocasión de que el procurador jalara a Julio Martínez Pozo y a Danny Alcántara al charco cenagoso que es su investigación del caso Odebrecht, la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reinoso, tuiteó: “Siga adelante magistrado que le aseguramos que no estará solo en la lucha contra la corrupción”.

Yeni tiene una carrera ejemplar como defensora de la sociedad. En Santiago a su paso por varios niveles del sistema de justicia, y en buena medida como fiscal del Distrito Nacional.

Hay casos paradigmáticos en los que Yeni se ha ganado la simpatía ciudadana, al mantener firme la defensa del interés general consiguiendo hacer justicia en expedientes en que se sabe ha sido objeto de amenazas y chantajes por parte de delincuentes de todo tipo, y presiones del poder económico privado y del político.

Reinoso ha dado muestras de ser tan independiente en determinadas circunstancias, que el Poder Ejecutivo y la telaraña que le sirve desde el Poder Judicial, han llegado a un punto en que no están seguros qué hacer con ella.

Por eso pese a que hace ya dos años que debió ser confirmada como procuradora fiscal del Distrito Nacional, designada en otras funciones o simplemente cesada, sigue al frente del Ministerio Público en una de las más importantes jurisdicciones de la Justicia.

Pero ocurre que pese a su admirable gestión muchos de los fans de Yeni hemos sentido que la magistrada nos ha dado un resbalón, ojalá sólo sea eso, desde el elevado altar en que la tenemos, cuando la hemos visto alentando al procurador en una supuesta “lucha en contra de la corrupción”, que no alcanza el nivel de caricatura o payasería.

Que ni siquiera tiene el mérito de la valiente batalla que en aciaga hora quiso librar el Caballero de la Mancha con gigantes que le obstaculizaban sus andanzas, y que en realidad no pasaban de ser impávidos molinos de viento, que ni caso le hicieron.

¿De cuál “lucha contra la corrupción” nos habla Yeni? ¿Del libreto propagandístico de Odebrecht, en el que uno de los testigos y exfuncionario de los gobiernos del PLD confesó cómo dinero de la empresa brasileña financió ilegalmente las campañas electorales del PLD en las elecciones de 2012 y 2016, sin que el héroe de Yeni haya hecho ¡NADA!?

¿De la “lucha contra la corrupción”, nos habla Yeni, en la que el procurador montó un operativo cinematográfico para dañar la imagen y el buen nombre de mansos y cimarrones, mientras no toca a los verdaderos responsables de la operación de sobrevaluación de obras públicas de Odebrecht, parte de las cuales el respetado comunicador Huchi Lora calcula en unos 29 mil 788 millones de pesos?

¿Acaso es “lucha contra la corrupción”, para Yeni, que el procurador ni siquiera haya mirado para donde los funcionarios que autorizaron la operación aquí de la Oficina de Sobornos de Odebrecht?

Ojalá este desliz de Yeni sea sólo una falsa pisada, por su distinguida hoja de servicios y por todos los fans que tan atentos la seguimos.

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