Las primarias abiertas

Los partidos parecen convencidos de la necesidad de una ley regulatoria de la actividad política, pero el texto que la haría posible ha permanecido en los archivos del

Los partidos parecen convencidos de la necesidad de una ley regulatoria de la actividad política, pero el texto que la haría posible ha permanecido en los archivos del Congreso por década y media sin que parezca posible que pueda ser aprobada en lo que resta de la actual legislatura. De no ser aprobada, a pesar de los informes que dan cuenta del consenso alrededor del texto discutido, el proyecto tendría que ser reintroducido en las cámaras, con la posibilidad de otra larga espera.

A las sospechas mutuas que caracterizan la relación entre los partidos, se une ahora el pretexto de que la propuesta de establecer el principio de las primarias abiertas y simultáneas con el padrón de la Junta central Electoral (JCE), dejaría supuestamente al gobierno en capacidad de influir en la elección de los directivos y los candidatos de la oposición. La premisa es falsa por muchas razones. La primera es que la simultaneidad y el uso obligatorio del padrón de la JCE, el único confiable, impedirían precisamente que ese temor se diera. La segunda es aún más obvia. Al ser simultáneas el militante de un partido que vote en las primarias de otro partido, quedaría inhabilitado para hacerlo en el suyo.

Otra objeción expuesta por la oposición y la facción disidente del partido gobernante que encabeza el expresidente Leonel Fernández, es la de que serían más costosa y difícil de organizar. La lógica nos dice exactamente lo contrario. Bajo la supervisión del organismo electoral el gasto y el trabajo administrativo de organizarlas serían uno y servirían para foguear a la junta del difícil trabajo que le espera en el 2020 con dos grandes comicios con solo tres meses de diferencia, el primero en febrero para los gobiernos municipales y el segundo en mayo para el Congreso y el Poder Ejecutivo.

La oposición al método de las primarias abiertas es obvia señal de resistencia a un cambio en la forma de hacer política.

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas