Monte Grande

Cuatro de las siete provincias que componen el Suroeste, las que menos inversión pública reciben, verán cristalizar el único proyecto que aglutinó un movimiento poblacional en favor de una obra: la presa de Monte Grande.

Cuatro de las siete provincias que componen el Suroeste, las que menos inversión pública reciben, verán cristalizar el único proyecto que aglutinó un movimiento poblacional en favor de una obra: la presa de Monte Grande.

De manera directa, Independencia, Bahoruco y Barahona serán beneficiadas por una mayor oferta de agua para riego, con la que se estima irrigar cerca de 350 mil tareas adicionales. Asimismo, el acueducto regional recibirá por gravedad suficiente volumen de agua.

La presa también será un control para las crecidas del Yaque del Sur, que durante las temporadas ciclónicas arrasan la economía agrícola y las comunidades bajo su influencia. Podría la presa también generar energía eléctrica, y su embalse sería una oportunidad para cultivar peces y realizar algunas actividades de entretenimiento.

La firma del contrato de préstamo a través de Hacienda con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por US$249.6 millones para terminar la obra en ejecución, es una buena noticia.

Devuelve la confianza en el poder público.

Ahora el Congreso debe sancionar favorablemente el contrato, porque aunque se había aprobado un monto similar en 2013, con el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES) nunca pudo entrar en vigor, por la crítica situación de esa entidad tras la crisis política y económica en Brasil.

Hay que esperar que el contrato sea aprobado a la mayor brevedad. Monte Grande es una demanda del siglo pasado, muy justa. Total, la tasa del préstamo constituye una oportunidad, mucho más ventajosa que las condiciones financieras acordadas con el BNDES.

Si los trabajos avanzan como espera el gobierno, estaría terminándose antes del 2020, algo más de dos años. En trece años, los bienes que generaría la obra serían suficientes para cubrir el compromiso que vence en ese plazo.

Esta es otra importante contribución del BCIE al desarrollo dominicano, lo que ha sido posible por la integración al sistema centroamericano, al buen desempeño de la economía y al clima de confianza actual.

Con esta inversión, mejora la justicia distributiva en la inversión pública. Todavía así, esa parte del Suroeste seguirá acusando una aguda marginación del crecimiento económico nacional.

Falta más. Pedernales espera…

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