El calendario se está agotando y la meta se aleja, en el escenario de los objetivos fiscales del Gobierno. La Estrategia Nacional de Desarrollo (END) fijó como objetivo subir la presión tributaria a un 16% para el 2015 y 19% para el 2020. El conteo comenzó a partir del 2013, ejercicio que inició con una presión tributaria de un 13.1%.
Cinco años después la meta no ha llegado ni al primer escalafón planteado, el de 16%, un referente que había sido logrado hace más de una década. Con el aumento de los ingresos fiscales del año pasado, logrado a base de medidas de eficiencia recaudatoria, la presión tributaria se ha colocado en un 14.5%, nivel que significa un incumplimiento de 1.5 puntos porcentuales respecto al nivel que debió alcanzar hace tres años. Y para la meta global, faltan 4.5 puntos porcentuales, un nivel casi imposible de lograr sólo a base de eficiencia recaudatoria, pues se trata de un crecimiento mayor que el obtenido en cinco años para un espacio de tiempo por agotar menor. Del 2013 al 2017, que son cinco años, el Gobierno ha agregado 1.4 puntos de presión tributaria, y para lograr cumplir la meta fijada por la END le faltan tres años y 4.5 puntos porcentuales de presión tributaria, definida ésta como la proporción del producto interno bruto (PIB) que el Gobierno recibe en impuestos.
Extender esa proporción ha sido para el fisco una tarea difícil, a pesar de que se han hecho varias reformas impositivas, las cuales han creado impuestos y aumentado tasas. Pero la presión tributaria no ha recuperado ni siquiera el nivel que tuvo en el 2007, de 16%.
Velocidad obstaculiza
La forma lenta como se ha ido logrando el crecimiento de la presión tributaria pone al Gobierno en una especie de dilema, pues todo parece indicar que pese a su resistencia manifiesta a involucrarse en la discusión del pacto fiscal, otro tema mandado por la Estrategia Nacional de Desarrollo y que tiene más de un período gubernamental de retraso en su inicio, no tiene muchas posibilidades de eludirlo porque con el calendario agotado en un 62.5%, la meta solo ha sido cumplida en un 23.72%. En los tres años que restan para agotar el plazo, las autoridades fiscales deberán agregar 4.5 puntos porcentuales de presión tributaria, un nivel que ni una de las reformas impositivas que se han hecho lo ha aportado. Y hasta el momento, el Gobierno se ha limitado a realizar mejoras en la eficiencia de la administración tributaria, con una fuerte campaña contra la evasión llevada a cabo por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), la principal agencia estatal de recaudación, con casi el 80% del manejo de la recaudación impositiva.
Aunque por la magnitud de la evasión que han cuantificado las autoridades (alrededor del 40% del ITBIS, el más importante de los impuestos aplicados en el país), las mejoras administrativas tienen un alto potencial de aporte antes de llegar al punto duro de la evasión, el resultado final no sería suficiente para cubrir la brecha con la meta de la END.
Los entendidos en finanzas públicas argumentan que no hay forma de cumplir la meta sin abocarse a un pacto fiscal, el debate que el sector privado condiciona a que procure una reforma fiscal integral, es decir, que abarque ingresos y gastos. Sería la forma más idónea de acercarse, en cuantía, a alcanzar un volumen de ingresos tributarios al porcentaje que todavía no se ha cumplido.
La mayor propuesta para impactar en la presión tributaria fue hecha por el Gobierno al inicio del primer período (2012-2016), la cual dio origen a la Ley 253-12, sobre el Fortalecimiento de la Capacidad Recaudatoria del Estado para la Sostenibilidad Fiscal y el Desarrollo Sostenible. Con la propuesta original se calculó una recaudación equivalente al 2.5% del PIB. Pero desde el mismo borrador la propuesta fue modificada, y su impacto final fue de menos de 1.0% del PIB, por lo que no fue una reforma exitosa, amén de que no se han aplicado todos los impuestos creados ni se han desmontado algunas tasas impositivas creadas transitoriamente pero condicionadas a que la presión tributaria alcanzara en el 2015 un 16%. La tasa del ITBIS, aumentada progresivamente a un 16% para cinco productos de la canasta básica, debía ceder de 18% para los bienes y servicios gravados desde antes de la ley 253-12 a 16%. Pero el reencuentro de tasas no se ha producido y espera por la presión tributaria al 16% para ser una realidad la unificación de la tasa del ITBIS.