Señor director: Recientemente, fui abordado por algunos medios periodísticos en referencia al proceso de reforma al Código de Trabajo. Sostuve que la reforma laboral debe encaminarse a lograr que los procesos en los tribunales se conozcan más rápido, promover adecuado clima laboral en las empresas; crear nuevas formas de contratos de trabajo, promover mayor participación de la mujer en los espacios laborales y generar más seguridad jurídica para las partes envueltas en los litigios. Una semana antes de esas declaraciones, se retomaron las reuniones de la comisión tripartita para la reforma laboral, en esta ocasión el viceministro Washington González y propuso que sean identificados los artículos que han sido consensuados para posteriormente iniciar las discusiones en torno a aquellos sobre los que hay disenso. Llama la atención que en la comisión tripartita solo participan, por el sector empresarial, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP); la Confederación Patronal Dominicana (COPARDOM), y Santiago. Sin embargo, no han sido convocados importantes sectores de la vida empresarial que necesariamente no se encuentran representados por estos tres gremios. El sector de la construcción, posee importantes organizaciones gremiales como (ACOPROVI), entidad que debería tener voz y voto en esa mesa de discusión, dado los temas tan sensibles que en materia de conflictos laborales les viene afectando. Por otro lado, empresarios de las zonas industriales de Haina y Herrera, independientemente de que algunos de sus miembros están afiliados a algunas de esas organizaciones deberían tener una representación en la mesa de discusión.
Asimismo, la Asociación de Industria y Comercio de Santo Domingo por tratarse de la provincia en la que reside la mayor población económicamente activa de la nación y que posee un auge industrial y empresarial vertical.

El proceso de discusión de la reforma laboral está en una fase importante para generar debate, dado que no se ha producido ninguna propuesta de importancia. En ese sentido, es preciso que los sectores empresariales y sindicales que no están representados en esa mesa exijan su espacio para que puedan plantear su perspectiva sobre lo que entienden debe ser un nuevo Código de Trabajo. El mecanismo para hacer legítimo un proyecto de reforma tan transcendental como “La reforma Laboral” es el consenso. Su validez y legitimidad será posible solo si cuenta con la participación de los principales gremios, federaciones y confederaciones tanto del sector empresarial como de los representantes de los trabajadores.
Washington Wandelpool R.
Abogado

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