Lejos de lo que muchos piensan, que la juventud de nuestro país está “perdida”… existe un grupo que día tras día se levanta a luchar por un futuro mejor para ellos, los suyos y el resto de la nación. En las artes, estos casos suelen calar más hondo porque en República Dominicana, vivir de ellas no es tan fácil como puede llegar a parecer. Cuesta bastante… Un claro ejemplo de esto es el joven músico Luis Antonio Tejeda, que desde muy temprana edad se vio inmerso en este maravilloso mundo del cual espera ser parte por siempre. Sus ganas de seguir formándose como un mejor profesional lo ha llevado a iniciar, próximamente, gracias a una beca, una maestría en Negocios de la Música, en Dallas Baptist University, en Texas, Estados Unidos, con miras a aportar su granito de arena a favor de ésta en nuestra nación. Con él conversamos a continuación.

En un país como el nuestro, donde las oportunidades en el plano cultural son escasas, ¿qué te motiva a seguir de lleno en la música?
La necesidad de mi país de ser educado, la misma condición de deterioro de valores y el hecho de tener a mi alrededor jóvenes con metas y sueños en muchos ámbitos, sobre todo en el área artística, me motiva cada vez más a luchar por alcanzar la preparación suficiente en pos de brindar oportunidades a la juventud emergente, que como yo, busca un espacio en la silla del éxito.

Tienes todo un camino por delante, ¿qué tienes para ofrecer a la RD?
Nuestro país tiene mucho talento joven, pero en muchas ocasiones no encuentra apoyo para la materialización de sus metas. Dentro de tantas necesidades me gustaría servir de motivación a esa generación, ofertar las facilidades para engrandecer sus sueños por medio de la enseñanza, enlaces y conexiones a distintas oportunidades.

Eres de San Juan de la Maguana, ¿cómo evalúas la escena allí, qué necesita?
San Juan está creciendo. Soy optimista y desde ya la veo como la capital del Sur por muchas razones que puedo defender. La economía más pujante y digna de la región la tiene nuestra provincia, y el crecimiento en muchos aspectos ha marcado un antes y un después. En materia artística y cultural, San Juan ha avanzado mucho. En teatro ha sido galardonada innumerablemente en festivales nacionales e internacionales. En materia musical se creó un proyecto orquestal que generó sus frutos: muchos de los jóvenes participantes están hoy becados en el extranjero y los demás ocupan plazas importantes en el país. Otras áreas como la literatura, el cine, la danza y la arquitectura sería demasiado detallar, por lo que me limito a dejarlo a intención del lector, visitar y ver lo que con tanta excitación respondo.

¿Cómo has aportado a su desarrollo?
Por años me había dedicado a la formación musical de muchos jóvenes en las áreas de piano y cuerdas sinfónicas, formando posteriormente la Orquesta Sinfónica Juvenil, que presentó varias galas y temporadas de conciertos con artistas nacionales e internacionales. Un proyecto muy bonito que ha hecho una pausa por razones que en su momento pudiera detallar. Últimamente he aportado a la generación de una cultura de musicales desde el programa de artes del Colegio Evangélico Lucille Rupp, donde hemos presentado tres propuestas de alta calidad.

Cuéntanos sobre tus proyectos actuales…
Actualmente estoy en el país por unos meses y me han invitado a ser el director del musical “Piano: The Academy of Dreams”, una propuesta que involucra a un centenar de actores y técnicos a desarrollarse del 27 al 29 de abril. Más adelante la prensa y todo público conocerán los detalles.

¿Te has visualizado de aquí a 10 años… dónde te gustaría estar?
Establecido en el ambiente musical a nivel internacional, dejando huellas como dominicano exitoso. Ejecutando mi carrera en los negocios musicales.

¿Qué ha sido lo más difícil de enfrentar en el mundo de la música?
El rechazo y pelear contra las gigantescas adversidades, saber que estás luchando por tus sueños en una cuna de lobos. También, el guardar mi integridad y seriedad delante de los que me conocen y mostrar frente a la generación joven el modelo de liderazgo necesario para poder emprender sueños que pudieran verse no logrados.

¿Y la satisfacción más grande?
Ser un testimonio fiel de que los sueños, aterrizados y entregados en las manos de Dios, sí son posibles.

Deseo
Sin importar dónde esté, mi país puede contar con mi respaldo para cualquier iniciativa vinculada al desarrollo de políticas para la juventud”.

Enseñanza
La mayor de todas ha
sido la persistencia y la fe de que con la ayuda de Dios todas nuestras metas son posibles de realizar”.

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