Señor director: Recientemente leí una crónica de la prensa nacional en donde se daba cuenta de que: “Directivos de Conep (Consejo Nacional de la Empresa Privada) y de Fenatrado (Federación Nacional de Transporte Dominicano) tratan de reorganizar y modernizar el transporte de carga en un programa conjunto”. Aplausos para esta actitud y este propósito.

Lo que no podemos aplaudir, y es deplorable e ilegal, es que cíclicamente los camioneros de Fenatrado caoticen el tránsito en las calles y avenidas del país y entorpezcan y anarquicen las labores normales de los puertos y las aduanas en cualquier parte del territorio nacional, como hicieron ahora la última vez, que ojalá que en verdad sea la última vez, entre los meses de noviembre y diciembre del año recién pasado.

Esto dio lugar a que el director general de Autoridad Portuaria, Lic. Víctor Gómez Casanova, advirtiera enérgicamente a los camioneros que: “No les vamos a permitir a Fenatrado que bloquee los puertos”, y que serían sometidos judicialmente quienes quieran impedir entrada y salida a estos centros de trabajo, que por demás son lugares estratégicos de desarrollo en todos los ámbitos: económicos, comerciales y de negocios en general. Aplausos también.

El funcionario resaltó que con esas acciones se violenta el Art. 46 de la Constitución dominicana que establece el libre tránsito y la ley 70-70 sobre seguridad portuaria, la cual dispone que el tema de los puertos es de seguridad nacional.

Fenatrado, con su presidente a la cabeza, el señor Ricardo de los Santos, reconoció “los principios relativos a la libre empresa y competencia, (buscando) elevar la eficiencia de sus servicios de transportes y, sobre todo, ganar un espacio justo en el mercado de transporte de carga que eleve las condiciones de vida y trabajo de sus afiliados”. Más aplausos.

Pero, Autoridad Portuaria, la Policía Nacional y el Intrant (Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre) con sus incumbentes a la cabeza, Víctor Gómez Casanova, el Mayor General Ney Aldrin Bautista y Claudia Franchesca de los Santos, deben estar alertas para actuar con la fuerza de la razón y la ley en las manos ante el más mínimo asomo de caos y anarquía en nuestras calles, avenidas y puertos. Y todos los aplausos serán válidos.
José Vicente Calderón
Periodista

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