En la homilía por el Día de La Altagracia, Gregorio Nicanor Peña también pide acoger a la juventud descarriada
A las 9: 30 de la mañana sonaron las campanas de la Basílica de Higüey. Esta fue la señal para que miles de veneradores de la Virgen de La Altagracia empezaran a entrar al templo para escuchar la misa programada para las 10:00 de la mañana.
En medio de un amplio dispositivo de seguridad, cientos de feligreses, muchos de ellos descalzos y con los pies hinchados, atiborraron el templo, donde el obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña, encabezó la homilía con motivo del Día de la Virgen de La Altagracia.
En su sermón, el obispo expresó que la Virgen María quiere que el pueblo dominicano viva unido.
“María tiene que servirnos de ejemplo para que como hijos suyos estemos siempre dispuestos a aceptar el plan de salvación de Dios, de comprometernos a vivir la unidad de los hijos de Dios”, expresó Nicanor Peña.
Indicó que la Iglesia, como María, está llamada a tener una actitud de acogida para todos especialmente los pobres y todos los que sufren en nuestros alrededores y en nuestra patria.
En este sentido llamó a acoger a los ancianos, la niñez desprotegida, la juventud descarriada por falta de oportunidades, los hogares destruidos, el irrespeto a la vida de todas las personas, tanto los que se refieren al crimen callejero, como a los que se refieren a la privación de la vida antes de nacer.
“María, nuestra madre quiere que todos los dominicanos vivamos unidos como una sola familia y que vivamos unidos por medio del lenguaje de la fe y de los ritos sagrados construyendo así la fuerza del amor y el sentido de nuestra dominicanidad. María está ligada íntimamente a nuestra dominicanidad”, explicó Monseñor Gregorio Nicanor Peña, quien ofició la misa conjuntamente con el obispo de San Pedro de Macorís, Santiago Rodríguez.
Monseñor Nicanor Peña insistió en que la devoción a la Virgen está ligada a la dominicanidad, “lo cual consideró como una garantía de supervivencia de los dominicanos como nación.
Peña también citó al primer obispo de esta diócesis, monseñor Juan Félix Pepén, quien dijo que el pueblo dominicano dejará de ser libre e independiente cuando deje de creer en la Virgen de La Altagracia.
Danilo y Cándida
El presidente Danilo Medina y la primera dama Cándida Montilla asistieron a la misa conmemorativa del Día de la Virgen de La Altagracia, madre espiritual y protectora del pueblo dominicano y llegaron a la Basílica de Higüey a las 9:56 de la mañana. Fueron recibidos en la entrada del templo por el obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez.
A su llegada, el presidente de la República recibió los honores correspondientes rendidos por el Batallón de Honor de la Guardia Presidencial y una salva de 21 cañonazos.
Contrario a años anteriores, el presidente Danilo Medina no participó del tradicional almuerzo que la Diócesis ofrece a las personalidades que participan en la misa por el Día de la Virgen de La Altagracia. El mandatario debía partir a las 5:25 de la tarde, desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas, con destino a la ciudad de Davos, Suiza, para participar en la 48 Reunión Anual del Foro Económico Mundial.
Durante la Misa, el gobernante estuvo acompañado de la vicepresidenta Margarita Cedeño; el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta; los ministros de Defensa, teniente general Rubén Darío Paulino Sem y de Obras Públicas, Gonzalo Castillo. Igualmente, las ministras de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino; de Educación Superior, Alejandrina Germán, así como el tesorero nacional, Alberto Perdomo, y el director general de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte.
Estuvieron presentes, además, el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara; el gobernador de La Altagracia, Ramón Güílamo; el senador Amable Aristy Castro y su esposa, Andrea Cedeño de Aristy, y la alcaldesa del municipio de Higüey, Karina Aristy.
También, la presidenta de Sur Futuro, Melba Segura de Grullón; el presidente del Grupo Puntacana, Frank Rainieri, y su esposa, Haydee Kuret de Rainieri.
Asimismo, estuvieron presentes en otro extremo del templo, los dirigentes del Partido Revolucionario Moderno Luis Abinader, Eligio Jáquez, y el senador Santiago Zorrilla, entre otras personalidades y funcionarios del Gobierno.
Agradecer a la Virgen
Miles de feligreses amanecieron este domingo en los alrededores de la Basílica de Higüey, con el objetivo de participar de las fiestas altagracianas 2018 y rendir culto a la Virgen, patrona de los dominicanos.
Rosalina Mejía dijo que mientras le quede aliento asistirá a ofrecer su gratitud a la Virgen María.
“Vengo a agradecer los favores recibidos de la Virgen por mí y por todos”, expresó.
Ayer fueron oficiadas misas a las 5:00 y 7:00 de la mañana, al mediodía y a la 1:00 de la tarde, este último oficio se realizó en creole, para todos los feligreses de origen haitiano que acuden al lugar. A las 3:00 p.m., fue celebrada otra misa a cargo del padre José Alberto Tejada y a las 5:00 de la tarde, monseñor Gregorio Nicanor Peña encabezó una procesión que recorrió varias calles de Higüey.
Vicepresidenta saluda a feligreses altagracianos
La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, llegó a las 9:30 a.m. a la Basílica de Higüey. Entró por unos minutos al templo y luego salió a saludar a las personas que se encontraban esperando turno para entrar. Muchos de los presentes se acercaron a la vicemandataria para expresar su afecto por lo que quedaron gratamente sorprendidos. Cedeño dijo que acudió a agradecer a la Virgen por su fe y protección al pueblo dominicano.
