La Nochevieja, víspera de Año Nuevo, Año Viejo o fin de año, es la última noche del año en el calendario gregoriano, comprendiendo desde el 31 de diciembre hasta el 1ro. de enero (Año Nuevo). Desde que se cambió al calendario gregoriano en el año 1582, se suele celebrar esta festividad, aunque ha ido evolucionando.

Son innumerables las tradiciones y las supersticiones que se manifiestan por todo el mundo en relación a esa noche. La música y los fuegos artificiales acompañan las fiestas y reuniones sociales, forma común de llevar a cabo la celebración. La costumbre más extendida es brindar con champán durante las 12 campanadas, así como 12 uvas para pedir los 12 mejores deseos para el año que se iniciará en pocas horas.

Muchos dominicanos acostumbran a festejar este día de manera familiar, en casa de algún pariente o amigo, suelen divertirse bebiendo cerveza, aunque la costumbre es tomar vinos, sidras, champán o ron. En cuanto a la comida, se come tradicionalmente cerdo, pavo o pollo asado con telera, pasteles en hojas, arroz, y otros platos típicos de la cocina dominicana. También es usual, luego del “cañonazo”, esperar los momentos antes de amanecer bailando y escuchando música en algún hotel, discoteca o lugar público.

Los católicos cristianos asisten a la misa de medianoche o misa del gallo que, anteriormente se oficiaba a las doce de la noche, pero ahora con motivo de la inseguridad que azota a nuestro país Nuestra Santa Iglesia Católica ha recomendado celebrarla, preferiblemente, a partir de las 6:00 p.m.

La Nochebuena constituye la vigilia de la Navidad y se celebra el 24 de diciembre, siendo este día el preludio del Año Nuevo a iniciarse dentro de unos días después.

El Año Nuevo es una celebración internacional en la que se festeja la llegada de un nuevo ciclo de 12 meses el cual se conoce como año gregoriano. El año nuevo es tal vez la fiesta en la que más personas participan, pues de cierto modo, la mayoría de los seres humanos tienen razones para hacerlo, bien sea para celebrar un año más que llega o por un año que se va y no vuelve. Lo que si es cierto, es que el año nuevo es una festividad de carácter mundial muy emotiva. El 1ro. de enero es la fecha en la que comienza el año nuevo y se tiene la costumbre de celebrarlo desde el día anterior, es decir, el 31 de diciembre.

El Año Nuevo, así como la Navidad y la conmemoración del nacimiento de Jesús, es una celebración que varía de acuerdo a la cultura de la región en la que se celebra, sin embargo, es costumbre compartir este día en familia, disfrutando de buena música, de platos autóctonos navideños y de fuegos artificiales.
En Latinoamérica las costumbres son arraigadas de la colonia española que estuvo aquí y se mezcló con los indios. Comerse 12 uvas mientras suenan las 12 campanadas en una vieja radio mientras se oye un poema llamado Las uvas del tiempo escrito y narrado por Andrés Eloy Blanco al mismo tiempo que se oyen fuegos pirotécnicos en la calle, es una de las más tradicionales en países como Venezuela y Colombia.

El Año Nuevo es la celebración del inicio del año siguiente en el calendario, en función del tipo de calendario utilizado. La más común es la del 1ro de enero, del calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582 y que se utiliza en la mayoría de los países del orbe. Por causa de esta celebración, el 1ro. de enero es día festivo en casi todo el mundo.

Conviene recordar que el último día del mes de diciembre y consecuencialmente del año que termina, nuestra Santa Madre Iglesia Católica lo dedica a la celebración de la Sagrada familia porque en este día, como dice el Evangelio, el Señor se apareció en sueño a José y le dijo:

-“Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar el niño para matarlo”.

José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: “Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto”.

Cuando murió Herodes, el ángel del Señor apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:

-“Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño”.

Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños; se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.

Meditación

Hoy celebramos el día de la Sagrada Familia. Sin lugar a dudas la sagrada familia de Nazaret a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo el modelo perfecto de familia. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero hoy quiero referirme a las necesidades básicas del ser humano que deben ser satisfechas en el seno familiar.

Cada miembro de la familia tiene que saber y sentir que estas necesidades básicas están realmente cubiertas. De seguro San José y la Virgen María se aseguraron que Jesús en su infancia las experimentara. Voy a referirme a cuatro necesidades básicas:

1. Ser y sentirse amado.
2. Ser y sentirse aceptado.
3. Ser y sentirse reconocido.
4. Pertenecer y sentirse que pertenece.

Estas necesidades todos debemos de tenerlas satisfechas y aunque me refiera a los hijos de manera especial, nosotros somos hijos también y en nuestro rol de padres necesitamos tenerlas satisfechas.

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