elCaribe visitó la provincia del Este en la que sus fanáticos se expresaron con mucha frustración sobre el conjunto

“Otra vez, aquí estamos otra vez”, vociferan los fieles fanáticos de las Estrellas Orientales, mientras, sentados en el parque Duarte de San Pedro de Macorís, analizan una campaña más sin saborear un trofeo.

Cada día que transcurre se recuerdan menos de aquel miércoles 14 de febrero de 1968 cuando el equipo oriental levantó la corona por última vez. El dolor, la desesperanza y el sufrimiento de ver cómo otros pueblos levantan su laurel, profundiza cada día más en una tierra, que según historiadores, fue donde se jugó béisbol por primera vez en la República Dominicana. “Me voy a morir y no voy a ver a las Estrellas ganar”, exclama Pedro García, de 62 años, mientras Manuel limpia sus zapatos.

Sin mucho titubeo, José Brito se paró de un banco del parque y afirmó: “cuando naces en esta tierra, eres estrellita, pero ahora da vergüenza decir que eres de aquí”.

En una ‘peña’ que comienza siempre alrededor de las 10 de la mañana, todos discuten el origen de un maleficio que aumenta al pasar los años. Los aficionados más fervientes enarbolan muchos factores del por qué permanece el récord negativo del equipo oriental. Para unos, la falta de experiencia de la familia Mallén al frente de las Estrellas, para otros, la poca inversión económica.
Unos coinciden en la carencia en la dirección de sus jugadores, mientras otros se quedan con el solo hecho de la incapacidad de unificar el equipo con el sentir del pueblo. “Parece que la misma dirección es parte de la debacle de las Estrellas Orientales. Es tiempo de que cambie de manos”, expresó Rufel Morla Lluberes. “El problema de este año fue de los ejecutivos, teníamos un muchacho de nuestra tierra, Abiatal Avelino, y nos los cambian, como si no sabemos de pelota y mira quién ha sido con los Gigantes. Ni el padre ni el hijo han sabido sacar este equipo adelante”, agrega.

Aquella franquicia en la que desfilaron grandes jugadores del deporte de las bolas y los strikes como Alfredo Griffin, César Cedeño, Ricardo Carty, Juan Esteban Vargas Marcano (Tetelo), Rafael Batista, entre otros, hoy cae en el estigma de agrupar un equipo fuerte al inicio pero que en el proceso se desmorona. “Este año fue devastador, en diciembre se cayó, perdimos 13 juegos. Como si no tuvieran dolientes. Y lo malo de todo esto, es que se nos está acabando la esperanza. Hemos perdido la credibilidad en ese equipo. Es mejor que cierren eso y pongan un mercado ahí”, enfatizó Rafael Rosario, quien asiste con su nieto cada vez que puede al estadio Tetelo Vargas.

Ya no hay consignas o campaña publicitaria o mercadológica que contente a los fanáticos, quienes han visto como el segundo conjunto de más antigüedad entre las novenas que intervienen en el torneo del béisbol criollo ha caído en las penumbras sin que una directiva los conduzca por el sendero ganador. El equipo oriental ha tenido 12 presidentes a lo largo de su historia y sólo uno ha podido combinar el engranaje victorioso de dos coronas: Rafael Antún. En la temporada 1954, bajo la dirección del dirigente cubano Ramón –Bragañita- García, vencieron a los Tigres del Licey.

El otro cetro que le dieron a sus seguidores fue en la estación 1967-68, en una época denominada béisbol bajo luces. El conjunto del capataz Tony Pacheco se coronó campeón al vencer en cinco ocasiones a los Leones del Escogido en una serie pactada a nueve partidos. “Recuerdo esa noche como si fuese hoy, creo que no he sentido una emoción tan grande como esa. Ver ese momento como César Cedeño se abrazaba con el norteamericano Ted Kubiak. Después de ahí, he sufrido de insomnio y tristeza ver cada año frente al televisor cómo perdemos”, manifestó la petromacorisana Rosa María, de 72 años, una exmaestra que disfrutaba ir al estadio.

En este parque pueblerino, el Duarte, se encuentran siempre personas mayores sentadas en las butacas con sus gorras alusivas a las Estrellas Orientales. “Ya no la podemos botar porque esto es lo que somos. Este año fue lo último, iniciamos ganando y al final perdimos”, dijo Juan Tolentino, quien vende frutas.

En cambio, en la zona pesquera de San Pedro de Macorís, muchos de los pescadores han perdido la ilusión de disfrutar con sus hijos otra victoria verde. “Tenían todo para ganar este año y se desboronaron. No podemos estar todo el tiempo detrás de ellos”, añadió Enrique García, quien ha sido pescador por más de 20 años en San Pedro de Macorís.

Esta última década ha sido un baño de lágrimas para una de las provincias que exporta la mayor cantidad de peloteros a Grandes Ligas. En la pasada serie regular, los Orientales entraron al mes de diciembre con 20 victorias y solo pudieron conquistar tres triunfos. Sufrieron 13 derrotas, de las cuales siete ocurrieron de manera seguida. “A veces quisiera decirle a mi primo de la capital cuando voy allá que nosotros somos ganadores. Pero las Estrellas siempre pierden”, indicó Pedrito, de ocho años.

Las dos únicas oportunidades en la que los verdes han llegado a las finales en esta década han sido en las temporadas 2010-11 cuando fueron barridos 5-0 por sus vecinos, los Toros del Este, de La Romana, y ante los Gigantes del Cibao, de San Francisco de Macorís, luego de ganar los dos primeros partidos de la final del 2015, después perdieron los últimos cuatro.

Con una fanaticada ansiosa por abrazar la victoria de un campeonato, exigen que el cambio se produzca desde los niveles más altos. “Están manejando las Estrellas Orientales como un capricho. Si usted no conoce los códigos de los peloteros no puede trabajar en béisbol. Cuando terminan mal, empiezan a botar gente sin sentido. Raúl González fue uno de esos y un buen muchacho que teníamos, Rodney Linares también lo hicieron ir. Hay que darle oportunidad a nuevos talentos del béisbol, otras caras deben producir los cambios”, expresó con gran disgusto el empresario Pedro Vásquez, dueño de Auto Repuestos Vásquez.

Reacciones

La suerte no existe hay que crearla. Están manejando a las Estrellas como un capricho. Cada temporada la situación se torna igual o peor”.
Pedro Vásquez
Dueño de Auto Repuestos Vásquez
50 años de derrotas. Es una historia triste y larga y lo peor de todo, no se sabe cuándo tendrá un final feliz”.
Rafael Rosario,
Comerciante
La culpa es de la gerencia. Lamentablemente, el hijo de José Mallén no sabe de béisbol. En este negocio hay que tener relaciones con MLB”.
José Brito, Comerciante
En qué cabeza cabe que en el mes de diciembre, de la nada, un equipo puntero venga y se desplome”.
Enrique García, Pescador

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