En el pasado reciente era común ver para estos días cómo la generalidad de los municipios empezaba a reclamar al gobierno nacional su intervención para que el Banco de Reservas facilitara recursos para financiar la regalía de fin de año.
Algunos incluso declaraban abiertamente su incapacidad para honrar un compromiso determinado por el Código Laboral.
Todavía se habla de esa materia, pero al mismo tiempo también se observan algunos cambios. Municipios que informan que no tuvieron que endeudarse para pagar el sueldo 13, porque durante el año hicieron lo necesario para generar y ahorrar los recursos para ese fin.
Igual temperamento también se ve en formaciones municipales relativamente recientes, como los distritos, donde de acuerdo con la Federación Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim), 107 juntas entregaron el doble sueldo con recursos propios.
El 47% de los distritos pudo reservar recursos para cumplir con ese compromiso. Se dirá que los empleados de las juntas son pocos, al margen de las botellas que registran en sus nóminas, pero de todas formas, lo lograron.
En general, hay que reconocer que los ayuntamientos tienen un elevado volumen de competencias, tal como consigna el artículo 19 de la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, que si se asocian a los recursos que reciben resulta muy difícil que las puedan cumplir.
Lo mismo podría decirse del destino que deben dar a los fondos por ingresos propios y por las diferentes leyes nacionales, pues de acuerdo con la misma ley, el 25% debe ser destinado a gastos de personal, un 40% para los servicios de su competencia y un 40% para obras de infraestructura, adquisición, construcción y modificación de inmuebles y bienes muebles asociados a esos proyectos. Un 4% debe ir a programas educativos, de género y salud.
Si se relaciona los compromisos por nómina y servicios versus inversión, se descubrirá que habrá siempre un desbalance, en desmedro de los primeros.
De todas formas, que algunos municipios estén cambiando sus procedimientos y puedan garantizar la regalía a sus servidores, es un buen indicador que debe servir de inspiración a los demás.
Es ejemplo de cambio de mentalidad y actitud en la gobernanza de algunos municipios, que debe ser reconocida.