Santiago. La expansión vertiginosa del mercado de pulga, levantado en la avenida Joaquín Balaguer, comienza a causar traumas y se ha convertido en foco de contaminación para el canal Ulises Francisco Espaillat.El 25 de mayo de este año, la Alcaldía dispuso el traslado de cientos de vendedores informales del mercado de Pueblo Nuevo a un nuevo espacio levantado en el sector El Ingenio. Sin embargo, seis meses después, debido a la falta de espacio, se presentó el mismo desorden en los antiguos espacios. La mayor queja proviene de quienes operan negocios de moteles en la autopista Joaquín Balaguer, en el entorno del mercado de pulgas, pues los vendedores se convierten en obstáculo al colocarse en las puertas de entrada de sus establecimientos.
También los choferes de rutas de transporte y quienes circulan en vehículos privados muestran preocupación, pues una parte de los vendedores están concentrados en la acera de la autopista.
Otro caos
Aunque a escasos metros hay un puente peatonal, los que llegan al mercado no lo utilizan. “Tenemos temor a que un día se presente una tragedia y que uno de los camiones que bajan desde la Línea Noroeste o de Puerto Plata arrolle a los que ocupan la carretera”, expresó el ciudadano Marcos García. La exposición de mercancías por parte de cientos de vendedores dominicanos y haitianos se realiza cada jueves. El terreno utilizado es propiedad privada y su dueño lo cedió en condición de alquiler con facilidades para los directivos de la asociación que agrupa a los pequeños y medianos comerciantes informales.
Cuando las autoridades municipales sacaron el mercado de pulgas del populoso sector de Pueblo Nuevo, lo hicieron con la intención de terminar con el caos que este ocasionaba, ya que su expansión llegó hasta el mismo centro histórico de Santiago.
Vendedores lanzan basura al canal
La cercanía del mercado al canal Ulises Francisco Espaillat es una preocupación latente de las autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), que ven como desde la comunidad de Cienfuegos hasta la zona son lanzados desde neumáticos hasta basura. Cercano al canal se colocan vendedores de fruta, quienes también lanzan sus desperdicios.