Hay 170 familias que esperan por viviendas

Tres comunidades del sector El Ingenio han visto colapsar 170 viviendas en un año a causa de las inundaciones que han dejado las lluvias.

santiago. Tres comunidades del sector El Ingenio han visto colapsar 170 viviendas en un año a causa de las inundaciones que han dejado las lluvias.

Los afectados se mantienen a la espera de un traslado prometido por el Gobierno. Con las lluvias de noviembre del pasado año, un centenar de casas sufrió daños en los barrios Duarte, San Miguel y Brisas del Canal. La mayoría de estas casas habían sido levantadas en la ribera del río Jacagua.

Con el paso de los huracanes Irma y María, otras 45 colapsaron y 35 corren el riesgo de la misma suerte ante la tardanza en aplicar la promesa de un traslado de las familias que viven en puntos críticos. Las inundaciones destruyeron también la iglesia Asamblea de Dios Pentecostal. La abogada Silvia Zapata, del Club de Madres del Barrio Duarte, recordó que por los daños causados, funcionarios del Instituto Nacional de la Vivienda, del Ministerio de Obras Públicas y la gobernación provincial se presentaron al lugar y prometieron un traslado masivo.

Sin embargo, las dificultades para adquirir un terreno, ha impedo materializar la propuesta. “A mí me dijeron hace algunos meses que no me darían camas y otros utensilios del hogar porque nos iban a trasladar a un mejor lugar y eso se entregaría en la nueva casa. Ahora la gobernadora Aura Toribio nos dijo hace poco, que el gobierno no tiene tierra donde construir”, expresó Zapata.

Martha Féliz no sabe a dónde ir ni acudir por lo que día a día desafía el peligro de nuevas inundaciones y más derrumbes. Féliz vive junto a su hijo en condición especial y que no puede valerse por sí mismo. Con las lluvias de noviembre del pasado año, otras 123 casas resultaron totalmente destruidas en toda la provincia. A la fecha, apenas fueron pintadas y reparadas algunas.

El proyecto que sería construido en la comunidad La Ciénaga, al norte del municipio, aún no se inicia. La explicación fue la misma, la falta de solar para el proyecto habitacional. En La Piña de Cienfuegos, otras diez familias esperan ser reubicadas.

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