Educación y sanción

El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) acaba de realizar un evento educativo denominado la Semana de Seguridad Vial.

El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) acaba de realizar un evento educativo denominado la Semana de Seguridad Vial.

La jornada consistió en distribuir volantes en concurridas intersecciones de calles y avenidas del Gran Santo Domingo y en impartir charlas en colegios y escuelas, con la intención de crear conciencia de la necesidad de llevar seguridad a las vías terrestres, en el tránsito.

La escasa difusión de la iniciativa puede crear la percepción de poca real importancia que tiene el tema de la seguridad vial. Cifras y hechos recientes dicen que sí es importante el tema.
El hecho de que en República Dominicana fallezcan unas 3,000 personas al año en accidentes de tránsito es un indicativo de que se trata de la mayor causa de muerte. Es una pandemia que por demás coloca al país en una posición (el segundo lugar a nivel mundial) nada envidiable en cuanto a muertes por accidentes de tránsito. Hay récords que tenerlos no produce orgullo a nadie, que más bien avergüenzan o al menos apenan. Y el de las muertes por accidentes de tránsito debe ser uno de ellos.

Y cuando se analizan las cifras de muertes y causales, entonces el resultado es para erizar los cabellos. El 60% de los casos involucra motocicletas y cerca de un 20% a peatones. Motociclistas y peatones son dos sectores vulnerables, o de alta siniestralidad. Hay que ponerles atención, cuidarlos y educarlos.
Otras cifras sobre el tema también preocupan y hasta alarman. Una de ellas, ofrecida este fin de semana, dice que los accidentes de tránsito le cuestan al país alrededor de 50 mil millones de pesos, monto éste que representa cerca de dos terceras partes del presupuesto global del Ministerio de Salud Pública para el año 2018.

Partiendo de esas estadísticas, que no son parciales, es fácil percibir y entender que cualquier iniciativa que se tome para aumentar la seguridad vial en el país siempre será útil e importante.

Hay que hacer entender a los actores del tránsito, conductores y peatones, que deben respetar las normas, las disposiciones generales y las particulares.

Y para ese entendimiento, la educación vial es un buen instrumento, y la coerción un complemento, si es necesario. Pero hay que bajar esa alta tasa de siniestralidad, de muertes por accidentes de tránsito.

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