Aseguran que este deporte no cuenta, en la actualidad, con instalaciones para seguir fomentándolo a nivel nacional.

“Y ahora, ¿quién podrá defenderme?” La citada frase, proclamada miles de veces por el famoso personaje bautizado como El Chapulín Colorado y que caracterizó el legendario actor mexicano Roberto Gómez Bolaños, debe también ser dicha con asiduidad en el marco del panorama deportivo de República Dominicana. Y es que hay un deporte, por estos predios locales, que no tiene a un Chapulín que salga en su defensa.

Un Chapulín Colorado que, por ejemplo, les exija a las actuales autoridades deportivas nacionales que el boxeo, como el coronel aquel del laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez, tampoco “tiene quien le escriba”. Observadores del deporte dominicano se preguntan: Pero, ¿por qué tanta discriminación contra el boxeo?… ¿por qué a esa disciplina no se le da respaldo, mientras a otros deportes sí se les apoya? Expertos del boxeo entran en el “ruedo” y precisan que a este deporte nunca se le ha dado protección… ¡ninguna protección, no solo por parte del Estado, tampoco ese apoyo llega del lado del poderoso sector privado del país!

La prueba más fehaciente, agregan, “la tenemos en lo siguiente: Ningún incumbente del Ministerio de Deportes, se interesó con por lo menos ordenar la construcción de modestos gimnasios. Los expertos dicen que el gimnasio es una instalación indispensable para que los atletas del boxeo puedan realizar su preparación (entrenamientos en sentido general) con miras a tener unas adecuadas condiciones físicas. Sin instalaciones de esa índole (gimnasios), los boxeadores dominicanos no podrán desarrollarse. ¡Es elemental esta realidad latente en este país que ha parido 22 campeones mundiales (varones) y cuatro del sexo femenino! También los expertos refieren que en prácticamente todo el territorio nacional hay cientos de instalaciones deportivas que benefician al béisbol, baloncesto, softball, tenis, y otros deportes. Pero, ¿y cuántos gimnasios de boxeo, construidos por el Estado, existen en el territorionacional?, se preguntan igualmente observadores.

Para ponerle un punto que envuelve a la historia deportiva dominicana, se hace hincapié en que el boxeo le entregó a la patria de Duarte y Luperón su primera medalla en Juegos Olímpicos, el certamen deportivo de más trascendencia (y exigente) del mundo en el que compiten atletas de 207 países.

Ese alto honor le corresponde al púgil Pedro Julio Nolasco (QEPD) quien en las Olimpíadas de 1984, montadas en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, obtuvo una medalla de bronce -de las dos que se disputan en deportes individuales- en el peso gallo (54 kilogramos).

Pasaron 20 años para que el país volviera a conquistar otra medalla… ocurrió en los Juegos Olímpicos de 2004, cuando Félix Sánchez ganó la presea de oro.

El boxeo, para ratificar su calidad, en las Olimpíadas de Beijín, atrapó la medalla de oro tras Félix Díaz alzarse con ese mérito y salir airoso en la división welter junior (63 kilogramos).

Indiferencia

Los analistas, firmes defensores de los marginados púgiles criollos, también señalan que el Comisionado Nacional de Boxeo, que dirige el comentarista deportivo Franklin Núñez, no da su “voz de alarma” para que por lo menos al boxeo local se le dé alguna protección.

Por lo menos les haga saber a las autoridades oficiales que es sumamente necesario que se construyan gimnasios. Igualmente son indiferentes a esa realidad los actuales directivos de la Federación Dominicana de Boxeo Aficionado (Fedoboxa).

De manera, precisan, que el boxeo dominicano sigue marginado, huérfano, sin ningún respaldo. Todos los púgiles dominicanos, del nivel profesional, se ven en la obligación de emigrar –principalmente a Estados Unidos- para ver hechos realidad sus propósitos.

Porque en la tierra que les vio nacer no tienen protección… ni siquiera un pequeño gimnasio donde realizar entrenamientos, reafirman analistas. En un trabajo escrito por este periodista, publicado hace unos meses en este periódico, se aseguró que Danilo Díaz, ministro de Deportes, ni siquiera promesas les ha hecho a los dirigentes del boxeo en el país. Es decir, nunca ha conversado con dirigentes del pugilismo amateur y profesional con el interés, por lo menos, de escuchar las calamidades por las que atraviesa, desde hace varios años, el boxeo local.

Los expertos concluyen: ¿Llegará un positivo momento en que el boxeo dominicano, al fin, tenga a un Chapulín Colorado que vaya en su auxilio?

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