Restaurar, en el lenguaje bíblico, significa que Dios recompondrá las cosas “de manera mejor” que la original. El punto de partida de Dios para restituirte los daños, sin importar los años; puede ser el caos, pero Él traerá orden; tal vez la descomposición, pero traerá sanidad profunda y absoluta; o la crisis, y traerá cambio y progreso, puede que sea la bancarrota, pero traerá abundancia.
Quizás la adversidad derribó tu puerta, cual langosta de Egipto devastó la última hoja verde, llevándose la esperanza. Pero en Joel 2:25, Dios promete compensar, restablecer, reconstruir y restituir totalmente todo lo arruinado, devastado, destruido y eliminado. Dios está apasionado por hacerlo. Es lógico que pienses que el tiempo para que esto acontezca pasó, pero ahora comienza el tiempo de Dios.