Las declaraciones atribuidas al señor José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia, tranquilizan. Aunque siempre salta la duda, entre otras razones, porque formalmente no es el vocero, la función la tiene alguien que no tiene voz (¿?), vale más aceptarlas que dudarlas.

Esas declaraciones más que aclarar corrigen. Dijo: “El presidente Danilo Medina ni el Gobierno están en reelección; su enfoque y prioridad consisten en seguir trabajando en procura de la mejoría de las condiciones de vida del pueblo dominicano” (Hoy 9-11-2017, así entrecomillado, lo dijo él y no el periódico).
¡Eso tranquiliza! Mucho más si se revisa el contexto político de este momento. Empezando por considerar que esas declaraciones, dadas por un funcionario que ha estado diciendo lo contrario, deben ser autorizadas por el mismo Presidente como una clara señal.

Es evidente, que el Presidente no desconoce la prohibición constitucional para él reelegirse. Sabe que la Constitución en el Capítulo II, Sobre las Disposiciones Transitorias, dice: Vigésima: En el caso de que el Presidente de la República correspondiente al período constitucional 2012-2016 sea candidato al mismo cargo para el período constitucional 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente período ni a ningún otro período, así como tampoco a la Vicepresidencia de la República.

Ese Transitorio casi tiene el nombre de Danilo Medina, si no lo nombra es porque resulta inapropiado en una Constitución y por otros factores implícitos.

Se ha dicho que impedir nuevamente reelegirse es violación a su derecho de igualdad de oportunidades. La reelección se prohíbe en muchas constituciones, precisamente porque viola el derecho de igualdad de oportunidades de los que compiten con un presidente-candidato que ejerce el poder. Por otra parte, considerar esa Vigésima cláusula transitoria inconstitucional, es lo mismo que pretender lo insólito, que es declarar inconstitucional la Constitución, como dejó establecido en un artículo el profesor Dr. Namphi Rodríguez. Si el Tribunal Constitucional, en el hipotético caso que lo hiciere, estaría ilegitimando la elección del Presidente del 2016, puesto que tendría que declarar nulo el procedimiento seguido para la reforma constitucional.

Si pretendiere inventarse, hay dos únicas opciones: La primera, volver a reformar la Constitución para que diga lo que no dijo o quedarse de facto en el poder. Se debe descartar esa alternativa conociendo cómo Danilo Medina valora su legado histórico.
Quienes hacen los “ruiditos mediáticos reeleccionista” son personas con interés propio, sea porque buscan un contrato con buenos honorarios o alguna posición en dos de los tres poderes del Estado; tampoco se descarte torpeza y desconocimiento; o todo a la vez.

La entrega de la semana pasada fue bajo el título “El camino está despejado”. Se exceptuaban dos situaciones que remotamente puedan impedir que el PLD retenga el poder en 2020; la primera es una improbable división interna, la cual se ve muchísimo más remota despejando esos “ruiditos mediáticos reeleccionista”. Solo los adversarios políticos y los medios de comunicación desean mantenerlo, por razones obvias.

La segunda situación es una crisis económica, la que está mucho más lejos. El punto más sensible en este temas es la baja presión tributaria, la que limita los ingresos fiscales para equilibrar el presupuesto. Se debe reiterar que a pesar de los “ruiditos mediáticos reeleccionista” esas declaraciones tranquilizan y más por quien las sirvió.

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