Se trata del tercer trastorno mental más común en adultos, siendo más frecuente en las mujeres

Es natural sentirse cohibido, nervioso o tímido frente a otros de vez en cuando. A todos nos pueden aumentar las pulsaciones, transpirar las manos o se nos puede revolver el estómago ante diversas situaciones.

La mayoría de las personas superan estos miedos con el tiempo. Pero en algunos casos, la ansiedad que acompaña el sentimiento de timidez puede ser excesiva. Tal vez resulte tan insoportable que algunas personas se sientan demasiado nerviosas para dar una respuesta en la clase, para mirar a los ojos a compañeros de trabajo o para conversar con otros durante el almuerzo.

Cuando las personas se sienten tan cohibidas y ansiosas que no pueden hablar o socializar la mayor parte del tiempo, es probable que la causa no sea simplemente la timidez. Es posible que se trate de un trastorno denominado “fobia social”.

De acuerdo con Rossanna Ramírez, psiquiatra del Centro Vida y Familia, la fobia social se define como un temor persistente e irracional que sienten muchas personas ante situaciones sociales por miedo a que puedan ser avergonzadas o juzgadas negativamente por los demás, llegando a causarles un deterioro significativamente importante a nivel laboral y social.

Explica que no existe una causa única que desencadene este tipo de ansiedad, sino que inciden múltiples factores, como por ejemplo: padres sobre protectores o temerosos de la vida, formas de educar muy rígidas o vivencias vergonzosas en la infancia. Dice que los estudios sostienen que este “miedo” puede surgir debido a factores biológicos, psicológicos, ambientales y genéticos heredados de familiares directos.

La especialista explica que la fobia social suele desarrollarse con mayor frecuencia en la juventud, después de la adolescencia, y continuar presente toda la vida. Comenta que la timidez y la fobia social tienen mucha similitud, pero son diferentes, debido a que la timidez pertenece a una característica de personalidad que hace pensar al individuo negativamente al momento de expresarse en público y al vincularse con otras personas, mientras que la fobia social es un trastorno de ansiedad que se manifiesta por un miedo irracional y persistente a exponerse a situaciones sociales con emociones tan intensas que hace que la persona se aísle para de este modo evitar exponerse a la situación estresante.

Síntomas comunes
Quienes sufren de fobia social suelen sentirse inhibidos e incómodos por la posibilidad de que otras personas los vean o los juzguen. Son más sensibles a los temores de sentirse avergonzados, verse como tontos, cometer un error, recibir críticas o que otros se rían de ellos. Ramírez sostiene que las personas que padecen fobia social muestran conductas evitativas como no asistir a lugares donde acuden muchas personas, tienen dificultad para hacer y conservar amigos y se muestran intranquilos, preocupados o sudorosos frente a las demás personas. La fobia social puede afectar la vida de una persona de varias formas, entre las que se incluyen: sentirse solo o decepcionado por haber perdido oportunidades de hacer amigos y divertirse, no aprovechar al máximo la escuela, perderse la oportunidad de compartir sus talentos y aprender nuevas habilidades. También les impide cometer los errores normales de todos los días que ayudan a las personas a mejorar sus aptitudes aún más.

Cómo superar este miedo
Para hacer frente a la fobia social es necesario tener paciencia, coraje para enfrentar los miedos e intentar nuevas cosas, y el deseo de vencerlo. Es necesario el compromiso de avanzar en lugar de alejarse cuando se siente inhibición.

Rossanna Ramírez, comenta que la fobia social se puede tratar con psicoterapia, siendo la más eficaz la terapia cognitiva- conductual. Fármacos como los ansiolíticos y los antidepresivos suelen brindar excelentes resultados.

Explica que si la fobia social no se trata podría desencadenar en consecuencias graves para la vida del afectado, ya que poco a poco se irá aislando hasta llegar a recluirse en su propia habitación, llegando a presentar cuadros depresivos debido a una baja autoestima basada en sentirse incapaz de realizar tareas cotidianas como ir a un supermercado. También puede llegar a caer en las drogas o el alcohol como forma de sentirse liberada.

Generar confianza en sí mismo

Las personas con fobia social pueden aprender a manejar el miedo, desarrollar confianza y habilidades para enfrentar situaciones difíciles, además de dejar de evitar las cosas que les provocan ansiedad. Lo primero es reconocer y aceptar la enfermedad, para así poder cambiar sus conductas. Es aconsejable exponerse poco a poco a las situaciones estresantes y no desanimarse si llega la ansiedad. La familia o los amigos son especialmente importantes para las personas que hacen frente a la fobia social. El apoyo adecuado de algunas personas clave puede ayudar a quienes padecen este trastorno a reunir el coraje necesario para salir de la zona en la que se sienten cómodos y probar algo nuevo. Poco a poco, quienes deciden enfrentar la timidez exagerada pueden aprender a sentirse más cómodos. Cada pequeño paso ayuda a incrementar la confianza para dar el siguiente pequeño paso. A medida que la timidez y los miedos desaparecen, la confianza y los pensamientos positivos se acrecentaran, y muy pronto la persona pensará menos en lo que podría hacerla sentir incómoda y más en lo que podría ser divertido.

La fobia social puede llegar a aislar a la persona que lo padece, interviniendo con su vida laboral.

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