Santiago. La falta de espacios para acoger a los 412 estudiantes de la escuela Don Berto Abreu, de la comunidad Los Guandules, en el distrito municipal de Hato del Yaque, obligó a que una parte de los alumnos tomen docencia a la intemperie.
Algunas aulas fueron divididas con cartón para crear dos; y en vez de 56, acoger a 28 estudiantes, pero ni siquiera cuenta con espacio para colocar las pizarras. La escuela acoge alumnos desde preescolar hasta el sexto grado de primaria, y aunque fue integrada a la Jornada de Tanda Extendida no cuenta con comedor, lo que obliga a maestros y alumnos a comer en las butacas.
Ante la situación de precariedad, la asociación de padres y amigos de escuela y del bloque de organizaciones comunitarias de Los Guandules se manifestó con una vigilia junto a sus hijos. Isidro Peralta dijo a elCaribe que desde el 2014 vienen demandando de la directora provincial la terminación de nueve aulas.
“Aunque ya fue aprobado, fuimos nuevamente hacia donde Tércica Franco, la directora provincial de Educación, y la respuesta que nos dio fue el de calificarnos de chantajistas por reclamar un derecho”, expresó Isidro Peralta. En tanto que la profesora Ubaldina Pérez se quejó de la estrechez en que deben de impartir las clases.
“A veces, los niños tienen que caminar por encima de los otros debido a que como tuvimos que separar las aulas y convertirla en dos, ahora es más estrecha”, refirió la educadora. La asociación de padres y amigos de la escuela Don Berto Abreu demanda también la terminación de la verja para garantizar la seguridad de los estudiantes y de los maestros.
En tanto que Diómedes Abreu, del bloque de organizaciones comunitarias, advirtió que comenzarían un plan de lucha hasta ver cumplida la promesa del Ministerio de terminar las aulas que faltan y construir la verja para garantizar la seguridad. Abreu dijo que la comunidad tuvo que comprar una lona, la cual es colocada entre los árboles que se utiliza para cobijar a los estudiantes y protegerlos del sol y de la lluvia.
