El suicidio del ingeniero David Rodríguez. Los asesinatos de: los comunicadores Leo Martínez y Luis Manuel Medina; la menor embarazada Emely Peguero y el abogado Yuniol Medina ahora. Muertes todas con el elemento común de estar detrás la corrupción en entidades públicas. Aunque el presidente Danilo Medina ha destituido a funcionarios imputados y hay detenidos y/o condenados, estos hechos sobrecogen, al desnudar los institucionalizados manejos turbios en el Estado. Los mecanismos de control no funcionan, ni Cámara de Cuentas, ni veedurías. Corruptos no llevan en la frente tal rótulo pero parece haber necesidad de que el Poder Ejecutivo optimice sus filtros de designación de funcionarios, que evite nombrar crápula por efecto de la política clientelar. Hasta dónde vamos a llegar.

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