Heidy Rodríguez arribó la semana pasada a la República Dominicana. Una vez pisó suelo patrio, la nostalgia la embargó porque llegó a la nación que tanta gloria le dio durante sus años como atleta de karate y del que se ganó el mote de la “Reina del oro”.

Aunque reside en España, Rodríguez entiende que en algún momento de su vida volverá a vivir en el país para devolverle a los nuevos talentos que emergen en ese deporte de combate todo lo aprendido desde que pasó a formar parte de la selección nacional en 2000. Para lograr ese objetivo, Heidy quiere realizarlo a través de un proyecto que vaya de la mano con la profesión que hace dos años logró: especialista en medicina familiar, y que ejerce en el Hospital General de Castellón y en el centro de Salud Vall D’alba.

“Lo primero que quiero es tener proyectos para el futuro para ponerlos en práctica con la juventud que practica deporte en República Dominicana para cuando vuelva”, expresó Rodríguez. “Me gustaría, por lo menos, poner en práctica los conocimientos médicos adquiridos en España en un ministerio y algunas federaciones en las que existan las condiciones. En cualquier parte del mundo no se puede ayudar a un deportista si no tiene los recursos necesarios para eso”, apuntó.

Manifestó que uno de sus principales objetivos, una vez esté de regreso, es darle una optimización e individualización que cada deporte requiere para una mejor preparación del atleta.

“Si regreso algún día, la idea es trabajar en el deporte, no solamente como médico deportivo, sino como médico general, como médico de familia, como médico integral que se merecen todos los deportistas”, señaló la exatleta.

Sus años de lucha

Heidy Rodríguez aún recuerda los “corre corre” que tuvo que afrontar como atleta y estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

“No era fácil”, expresa. “Eso era de aquí para allá y de allá para acá, pero gracias a Dios lo logramos. Hace dos años que logré ese sueño”, agrega una emocionada galena. Pero eso no se queda ahí. En la actualidad está realizando un máster en “Emergencias y Catástrofe” en España, el que también espera poner en ejecución una vez logre esa distinción.

Recuerda que su entrenador, Alberto Soriano, buscaba la manera de acomodarle su preparación día a día con los estudios en la UASD. “Él (Soriano), aun sabiendo que teníamos que practicar cuatro o cinco horas todos los días, intentaba modificar el horario de karate con el de la universidad, inclusive si llegaba un momento en el que yo no podía practicar por alguna materia de la universidad durante la semana, había un día especial para esos entrenamientos. Era el entrenador que arreglaba esa situación”, señala.

Pero como toda mujer que supera obstáculos, Heidy no bajó la cabeza y supo echar hacia adelante hasta lograr la distinción de la que hoy se siente muy satisfecha. “Recuerdo que cuando tenía 16 o 17 años, viajaba con una amiga en un camión que transportaba plátanos desde La Vega al mercado de Santo Domingo. Salía a la cuatro de la mañana para estar a las siete en los entrenamientos del Ejército Nacional para integrarme al equipo de esa institución. Así fue mi vida y hoy en día me siento muy contenta de todos esos logros. Valió la pena todo ese esfuerzo”, apunta la atleta.

No lo esperaba

Para Heidy Rodríguez la exaltación al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano será recordada como uno de los mejores momentos de su vida. “Es algo que en realidad no me lo esperaba y mucho menos a los 36 años. Ya tengo casi diez años de retirada. Estoy súper orgullosa. Me siento muy bien porque me tocó a mí, pero también sé que hay personas que son más viejas que yo y que también se merecen estar en ese sitial”, manifestó.

En el karate, Heidy conquistó más de 30 medallas en competencias internacionales, 21 de ellas de oro, resumiendo una extraordinaria carrera deportiva.

Posted in Polideportivo

Más de deportes

Más leídas de deportes

Las Más leídas