La psicología ha mostrado que la posición homofóbica de un sujeto puede reflejar, más que rechazo hacia el teórico enemigo, los temores de una latente homosexualidad. Es que la dinámica entre los factores que conforman la identidad personal, la organización social, la ideología y la moral contienen elementos contradictorios que tiene el individuo que resolver para afincarse en una personalidad definitiva, sin dubitaciones sobre el ser. Parece haberse consensuado entre los profesionales de la psicología la posición de que los alardes de superioridad esgrimidos principalmente por figuras públicas son realmente expresiones del temor de no poseer la talla del personaje superior que se promueve como imagen propia. El fenómeno político de mayor atención que ha seguido el mundo durante el último año ha sido el tuiteo del presidente de los Estados Unidos, con el que enfrenta como un gladiador presto para la lucha, a toda oposición, desavenencia y crítica, y comunica sus frustraciones, despidos, amenazas, enemistades y respaldos.
La percepción de los grupos de la extrema derecha norteamericana que respalda al presidente Trump ha exhibido como expresión de apoyo la asunción de posiciones abiertamente racistas y xenófobas, entre las cuales se encuentra el percibir como muestra de superioridad étnica la exhibición de un examen de ADN que demuestre la pureza de raza blanca europea, que sería posible solo si no revelase la prueba de sangre la existencia de otras etnias en su árbol genealógico familiar. En “Cuando el racismo se encuentra con la genética y se lleva una sorpresa” (https://www.xataka.com), se alerta sobre la siguiente aseveración: “Cuidado con lo que preguntas porque es posible que no te gusten las respuestas. Este antiguo dicho está ocasionando estragos entre todos aquellos que poseen una identidad muy vinculada a su raza o a sus orígenes nacionales”.
El Financiero (www.elfinanciero.com.mx) relata. “Entre los grupos supremacistas hay una nueva tendencia: hacer pruebas genéticas para probar su blancura. Craig Cobb, líder de uno de estos grupos radicales, escuchó en vivo durante una transmisión televisiva sus pruebas de ADN: ‘86 por ciento europea y… 14 % de África subsahariana’. . . Fue un extraño momento de triunfo contra el racismo. Cobb respondió tratando de sonreír: ‘Espera un minuto, espera un minuto, espere un momento’, de acuerdo con un reporte del periodista Eric Boodman de Stat”. Rusia Today (https://actualidad.rt.com/actualidad/241210-latino-o-espanol-puro-neonazis) por su lado, reporta que “Las pruebas de ADN son un recurso (o casi una afición) habitual entre neonazis, supremacistas y nacionalistas blancos en todo el mundo. Con frecuencia, los miembros de estos grupos radicalmente racistas aluden a los resultados de esas pruebas para avalar la ‘pureza de sus orígenes, exclusivamente blancos, caucásicos y europeos. Esta práctica es habitual más o menos desde principio del siglo XXI, debido en parte al progresivo abaratamiento de los servicios de empresas analistas de perfiles genéticos, como ‘23andMe’ o ‘Ancestry DNA’, que permiten que cualquiera pueda trazar sus orígenes étnicos por menos de 100 dólares.”
