Las hemorroides: Causas, síntomas y tratamiento

Malos hábitos alimenticios, la herencia y el estreñimiento son factores que contribuyen a la formación de las hemorroides, una inflamación a nivel rectal y anal

Malos hábitos alimenticios, la herencia y el estreñimiento son factores que contribuyen a la formación de las hemorroides, una inflamación a nivel rectal y anal

Las hemorroides no son una enfermedad, sino una inflamación de las venas en el recto y/o en el ano, que se pueden producir por malos hábitos alimenticios, constipación intestinal (estreñimiento), por hacer fuerza al evacuar, así como por episodios de diarrea crónica, antecedentes familiares, durar largos períodos sentado en el inodoro o si la labor que se realiza implica muchas horas sentados, entre otros factores, explica la cirujana colo-rectal, María Cristina Fernández, del Centro Médico Moderno. “Las hemorroides son almohadillas, o colgajitos dentro o fuera del canal anal, las cuales aumentan cuando empieza a haber una presión sanguínea provocando que las venas se inflamen”, resalta Fernández.

Grados de las hemorroides

Según Fernández, las hemorroides pueden ser internas, que son las que están cubiertas de mucosa; y las externas, de piel. Éstas se clasifican dependiendo el grado en que se encuentre la inflamación:

Grado I. Las hemorroides están ligeramente inflamadas, pero no son visibles desde el exterior del ano. En la mayoría de casos no causan molestias, aunque sí pueden ocasionar la defecación de sangre.

Grado II. La inflamación es mayor, y durante la evacuación tienden a salir fuera del ano, aunque vuelven a introducirse dentro.

Grado III. En este grado ya se dan prolapsos, es decir, las hemorroides salen fuera del ano tras la evacuación o espontáneamente, y sólo se pueden reintroducir dentro del ano de manera manual al introducirlas con el dedo.

Grado IV. Es el mayor grado, donde las hemorroides se encuentran prolapsadas de manera permanente, esto es, se encuentran fuera del ano. Esto provoca que también haya algunos tejidos del ano, como el tejido mucoso, que también se desplazan hacia fuera.

“Los grados uno y dos están generalmente dentro del canal anal, las de grado tres son las que están dentro, pero salen y pueden volver adentro cuando el paciente las introduce, y las de grado cuatro salen y se mantienen fuera”, dice la especialista.

Generalmente, las hemorroides grado III y IV, que son las externas, califican para cirugías, siempre y cuando el paciente no tenga una contraindicación y esté de acuerdo con operarse.

“Hay que aclarar que las hemorroides no se convertirán en cánceres, éstas se operan porque prolapsan o trombosan (cuando se forma un coágulo de sangre dentro de la hemorroides), por lo que sangran y provocan un inmenso dolor. Si el paciente no siente estos síntomas puede decidir no operarse”.

¿Qué podemos hacer para que no avancen de grado?. Fernández aconseja ingerir una dieta alta en fibra, la cual se puede encontrar en las frutas, vegetales, ensaladas, frutos secos, granos; además de hidratarse lo suficiente y hacer ejercicios. De esta forma las hemorroides se pueden controlar y se evita que avancen. “Cuando nos ejercitamos nuestro cuerpo entra en un estado de movimiento, por lo que el intestino se mueve con mayor fuerza y el paciente puede evacuar de manera regular”, dice Fernández.

Sin embargo, existen pacientes que aunque consuman fibras y hagan ejercicios no evacuan de manera regular; ese tipo de pacientes entran a la categoría crónica, destaca la especialista.
“Se considera “normal” ir al baño de tres a 21 veces en una semana, el que evacua menos en una semana es considerado un estreñido crónico, por lo que a ese tipo de pacientes se le indican otros tipos de estudios, como el rectosigmoendoscopía y la colonoscopía.

Tratamiento

Fernández explica que dependiendo el grado de inflamación que tenga el paciente, se someterá a estudios como rectosigmoendoscopía y colonoscopía, porque de lo contrario hay que esperar que baje la hinchazón para mandarle a hacer los estudios.

Por ejemplo, la rectosigmoidoscopía es un examen que permite mirar dentro del ano, del recto y la parte baja del intestino grueso o colon, para chequear hemorroides, sangrado, hinchazones y crecimientos inusuales. Con este procedimiento también se remueven pequeños crecimientos y se recogen muestras (biopsias) por medio de un rectosigmoidoscopio.

Mientras que la colonoscopía es una prueba médica que consiste en la exploración del interior del colon (intestino grueso) y la parte final del intestino delgado (íleon).

Prevención
El consumo de fibras y la realización de ejercicios ayudan a controlar las hemorroides, evitando que éstas avancen de grado.

María Cristina Fernández, cirujana
colo-rectal. Edward Roustand

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