Lluvias desbordaron ríos, inundaron viviendas y destruyeron vías

Nagua, María Trinidad Sánchez.- Con vientos de hasta 185 kilómetros por hora y una categoría 3, el huracán María pasó por la costa Noroeste del país dejando a su paso viviendas inundadas, más de 4,300 personas en albergues y severos daños a la vegetación y al sistema eléctrico.

A diferencia de Irma, que se desplazó cerca de la isla y que sólo afectó algunas viviendas e influyó en el crecimiento de las olas, María sí se sintió con gran fuerza en las provincias María Trinidad Sánchez y Samaná.

Desde la 1:00 de la madrugada, el poderoso huracán derramó fuertes lluvias desbordando ríos, inundando viviendas y destruyendo una gran cantidad de árboles en los ejes viales de Nagua a Samaná y desde el pueblo de Samaná a Los Cacaos.

En la zona costera de Nagua, específicamente en el malecón, se registraron olas de 15 pies de altura, por lo que la Policía Nacional, el Ejército y la Armada, desplegaron funcionarios a los fines de evitar que lugareños se expusieran acercándose a la orilla del mar.

La directora de Defensa Civil en María Trinidad Sánchez, Minerva Santos, dijo que desde tempranas horas se presentaron lluvias incesantes, lo que produjo que en varios sectores de la ciudad se produjeran inundaciones y fallas en el suministro del servicio eléctrico, como consecuencia de la caída de postes de luz.

Refirió que en Playa Los Gringos el mar penetró todo el litoral de la playa y que la situación fue bastante crítica. Santos señaló que recorrió diferentes municipios de la provincia, junto al gobernador de la provincia, Nápoles Jiménez, para dar seguimiento a la situación.

Detalló que las autoridades habilitaron, en la provincia María Trinidad Sánchez, al menos 51 albergues con una capacidad para resguardar siete mil personas. Entre los lugares seleccionados, se encuentran iglesias, escuelas, centros educativos y algunas casas de familia.

Otra vez playa Boba

María fue inclemente con los habitantes de Boba, una comunidad de aproximadamente 75 casas, ubicada a pocos kilómetros del casco central de Nagua y que hace escasamente dos semanas sufrió los embates del huracán Irma, el cual derribó 35 viviendas.
Sus habitantes, aún traumatizados, sintieron los rigores de las incesantes lluvias y el fuerte oleaje. En la comunidad, la tristeza era generalizada y el paisaje desolador. La calle principal se encontraba completamente inundada, al igual que las viviendas ubicadas frente al mar, las familias que aún residen en la zona mostraron su descontento con las autoridades y exigieron mayor atención. “Desde que se fue Irma, no ha venido nadie a tendernos la mano y ahora llega otro huracán”, expresó Lorenzo Pérez.

En el eje carretero Nagua- Samaná, conformado por unos 70 kilómetros, decenas de comunidades se quedaron sin energía eléctrica y varias viviendas resultaron inundadas por el desbordamiento de ríos y cañadas.

En La Chorrera, los lugareños tuvieron que salir corriendo hasta la carretera porque sus viviendas fueron anegadas por la crecida del río Punta Gorda.

Loma Atravesada, comunidad afectada

En la ciudad turística de Samaná, la bahía exhibía un color marrón claro, semejante a un lodazal y las fuertes ráfagas de vientos y lluvias derrumbaron árboles obstaculizando provisionalmente el paso hasta Los Cacaos. Además, la directora de Defensa Civil en la provincia, Moraima Ramón, señaló que una de las zonas más afectadas es Loma Atravesada y que buena parte de la vialidad, presenta derrumbes y caída de árboles.

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